Por Victor Hernández
Estoy realmente cansado de estas elecciones. Nunca me había pasado. De 2006 a 2018 cada elección era una oportunidad para mejorar al país. Ahora, es un ejercicio de decepción en el cual uno participa no porque realmente crea en el proyecto de Claudia Sheinbaum, o de Morena, sino porque la otra opción, el regreso de la derecha, sería una tragedia que echaría por la borda, en mi caso, décadas de lucha a favor de un proyecto de izquierda.
No voy a votar por Claudia Sheinbaum. Lo he dicho antes y lo reitero: Escribiré el nombre de Marcelo Luis Ebrard Casaubón en el recuadro de candidatos no registrados. Me lo dicta mi conciencia. Claudia no sólo no llegó a la candidatura de manera limpia, sino que además no ha propuesto nada de verdad innovador. Ha propuesto seguir con que ya hizo AMLO. Es decir, darle un poco de dinero a la gente pobre. Pero no ha hecho caso de propuestas realmente transformativas.
Ejemplo; Claudia propone quitar el examen COMIPEMS para ingresar a las preparatorias públicas en la Ciudad de México, pero no ha propuesto quitar el examen EXANI-I para entrar a las preparatorias públicas en los estados ni ha propuesto quitar el EXANI-I para ingresar a las preparatorias del INBAL, los CEDART.
Tampoco ha propuesto una solución al hecho de que cada vez que hay una convocatoria para hasta 30 mil estudiantes para la preparatoria en línea de la SEP, 20 mil son rechazados. ¿Cómo va a ser posible que se rechace a 20 mil estudiantes de estudiar EN LÍNEA? ¿No se entendió el concepto de lo que es la comunicación por internet?
Por si fuera poco, la universidad en línea del gobierno federal también tiene un examen de admisión similar al COMIPEMS. ¿Por qué ese examen no lo han quitado si desde hace años Andrés Manuel López Obrador prometió quitar los exámenes de admisión de la UNAM?
"Ezdeke le van a dar becas a todos los estudiantes de escuelas públicas en el país", dirán en la campaña de Claudia Sheinbaum. Qué bueno. Siempre es bueno tener dinero para comer. Pero, ¿y esas becas cómo van a mejorar el aprendizaje? ¿Cómo van a darle más cupo a los estudiantes rechazados?
Y aún así de ninguna manera le pienso dar mi voto ni al PRIAN ni a MC. Pero así como van las cosas se ve complicado que Morena tenga mayoría calificada en el congreso para poder hacer reformas constitucionales. Y se ve complicado porque las opciones que puso Morena para candidaturas no fueron por capacidad. Fueron en muchos casos por pago de favores políticos, por nepotismo o simple y sencillamente porque se les hinchó el izquierdo. ¿Cómo pretenden que uno vote así?
En la Ciudad de México está peor la cosa. La diferencia de votos entre Morena y el PRIAN podría causar que Morena pierda por el margen de error en las encuestas mas una compra masiva de votos. Todo porque a ni a Clara Brugada ni a Claudia Sheinbaum se les ha ocurrido atender las necesidades de la clase media. Si hubieran anunciado cursos gratis en línea para el COMIPEMS, y combatir la corrupción condominal, se hubieran ganado a las clases medias sin mayor problema.
Esa posibilidad de que pueda ganar el PRIAN en la Ciudad de México, por remota que sea, es lo único que me motiva a votar por Clara Brugada. Nada más.
De verdad estoy cansado de esto. Si hubiera un proyecto real, con una candidatura limpia y con la disposición para de verdad innovar, no me sentiría cansado. Seguiría luchando como siempre he luchado. Ahora tendré que esperar hasta 2030 para apoyar al candidato que realmente hubiera hecho la diferencia, se hubiera ganado a la clase media y hubiera aplastado por completo al PRIAN: Marcelo Ebrard.
Esto es, asumiendo que para 2030 aún quede algo de la izquierda y la ultraderecha no gane popularidad ante los errores que con toda seguridad cometerá la gente que rodea a Claudia Sheinbaum.
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