Morena le dio candidaturas al priista Jorge Hank y al PRIANista Rommel Pacheco, así como a otros panistas que votaron contra la reforma eléctrica.
Los lambiscones a sueldo de la 4T, desde luego intentaron justificarlo primero con un “¿que tanto es tantito?” Pero como el escándalo era demasiado grande, entonces pretendieron culpar de todo a Mario Delgado, dirigente nacional de Morena.
Sólo que eso es una mentira. A Delgado lo usan de chivo expiatorio para desviar la atención del hecho de que la verdadera responsable de esas candidaturas es Claudia Sheinbaum.
¿Por qué es Claudia Sheinbaum la responsable? Porque a ella le entregaron el “bastón de mando” de la 4T.
Claudia es quien debió haber dado el manotazo para frenar esas candidaturas. Pero no lo hizo porque simple y sencillamente no quiere. Prefiere meter a PRIANistas de la peor calaña a la 4T en vez de tener a cuadros que de verdad tengan principios porque sabe que la cuestionarían.
Lo único que va a lograr Claudia es que no sólo mucha gente anule su boleta de presidente, sino de alcalde y diputado. El resultado será que Morena no tendrá mayoría calificada para aprobar reformas constitucionales.
Peor; los PRIANistas que lleguen a una curul o a un escaño en el senado por Morena se regresarán al PRIAN o se disfrazarán de “independientes” a la primera oportunidad. Ya ocurrió con Germán Martínez y con Lilly Téllez, así como con varios diputados de Morena.
¿Qué se puede hacer al respecto? Escribir nombres de mejores candidatos en el espacio de candidatos no registrados. Eso no es anular. Eso es democracia.
Y claro; pedir revocación de mandato en 2028. Se lo ganaron a pulso desde antes de llegar al poder.
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