En 2019 hice un chiste con una botella de Pato Purific a la cual le llamé AMLO Purific a manera de crítica al hecho de que Andrés Manuel López Obrador puso en la SEP a Esteban Moctezuma, derechista y ex directivo de TV Azteca.
Pues bien, ahora tendría que llamarse ese producto Hazte Pato Purific luego de que Claudia Sheinbaum metió a su equipo de campaña al panista recalcitrante Javier Corral y al junior priista Alejandro Murat, mismos que fueron criticados por la izquierda durante años. Corral, desde luego, no paró de atacar al Peje.
¿Qué chingados es la 4T entonces? ¿Qué clase de izquierda es esa que mete a PRIANistas de la peor calaña sólo porque su candidata es políticamente débil?
Digo que es débil porque las encuestas menos disparatadas, que son las de El Universal y Reforma, muestran que Claudia no pasa de alrededor de 47 puntos, lo cual es 20 puntos más que Xóchitl Gálvez, pero 6 puntos por debajo del resultado de AMLO en las elecciones de 2018.
Comparemos con los resultados en el DF luego de la gestión de AMLO. Marcelo Ebrard tuvo un mayor porcentaje, no uno menor. Era como para que Claudia tuviera no 53%, sino por lo menos 58%. No los tiene. Su imposición se lo impide.
Así que ahora a falta de respaldo en la izquierda, Claudia sigue buscando apoyo en la derecha, comprometiendo su proyecto a los intereses más nefastos de la política.
Ah, pero según los opinólogos de La Jornada, los moneros de El Chamuco, y los chayotubers, el verdadero lopezobradorismo era Claudia y el neoliberal era Marcelo Ebrard. Entonces que expliquen esto:
Poderoso caballero es Don Dinero, supongo.
Ahora con más ganas no votaré por Claudia Sheinbaum y escribiré en mi boleta de presidente MARCELO LUIS EBRARD CASAUBON en la línea de candidato no registrado.
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