Por Victor Hernández
Para que nadie se confunda, lo que hay hoy en Morena es simple show. No es la elección del candidato a la presidencia.
El show es una especie de aplausómetro combinado con pasarela. Sirve para la foto pero nada más.
Porque al final la candidatura presidencial de Morena se definirá por encuesta. Así que lo que pase en el consejo de Morena, para fines prácticos, da igual.
El único detalle que tendrá el consejo de Morena es que Claudia Sheinbaum llegará con olor a PRI, luego de que una cargada de gobernadores de Morena, y Rocío Nahle, se pusieran a tronar matracas para Claudia cual PRI de antaño.
Al respecto, Marcelo Ebrard comentó que esas prácticas eran en efecto del PRI, y que los gobernadores estaban hablando a nombre de "un pueblo que no ha sido consultado."
Fue tan burdo lo que hicieron los gobernadores de Morena al lustrarle el calzado a Claudia Sheinbaum cual lambiscón priista de los 70s, que de plano tuvieron que bajar los tuits de apoyo a Claudia, quien varias horas después de que se hizo escándalo por la cargada a su favor, salió con que agradecía pero que no era tiempo.
Caray, pues lo hubiera dicho antes de que estos cabrones se pusieran a matraquear como acarreado de camión de redilas, ¿no? Porque de plano Andrés Manuel López Obrador tuvo que dar una declaración llamando a la unidad luego de que quedara claro que Claudia tiene una cargada.
El caso es que esta pifia de los lambiscones de Claudia Sheinbaum ya le dejó a la Jefa de Gobierno un feo tufo a PRI al cual se suponía que Morena estaba en contra.
Pero pues al parecer la cargada de Claudia Sheinbaum ya adoptó la frase de Felipe Calderón: Haiga sido como haiga sido.
Por cosas así es que siempre hay que desconfiar de los que quieren el poder a costa de lo que sea.
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