Por Victor Hernández
El ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Saldívar, se ha estado peleando en Twitter para defender la cochinada que hizo la Suprema Corte al rechazar el Plan B de la reforma electoral. Pero lo ha hecho con un alegato que se cae solo y deja a Salívar, así como a los otros 8 ministros que votaron en contra del Plan B, en calidad de cínicos.
Mire usted:
El alegato de Saldívar, y los otros 8 ministros es que el Plan B se tiene que rechazar porque se votó al vapor y por lo tanto los legisladores de oposición no sabían lo que estaban votando, lo cual viola sus derechos constitucionales.
Lo que no dice Saldívar es que la propia oposición había anunciado desde días o semanas antes que votaría en contra del Plan B sin siquiera saber su contenido.
Si la oposición ya estaba decidida a votar en contra sin saber el contenido de la reforma, entonces no pudo haber ningún agravio. Ellos mismos renunciaron a saber el contenido de la reforma.
Y que conste que aquí no estoy haciendo referencia a lasa múltiples veces en las que el PRIAN pasó leyes al vapor sin que nadie supiera su contenido. Y que por supuesto la Suprema Corte no se opuso. Me baso única y exclusivamente en los hechos referentes a esta reforma.
Así que, como dije al principio, el alegato de los 9 ministros de la Suprema Corte para tirar el Plan B se cae solo. No se puede sostener porque no pudo afectar a quienes renunciaron a saber el contenido de la reforma.
Esto debió haber sido parte de la evidencia que usaron los ministros para votar el rechazo al Plan B. Pero no la incluyeron porque de lo que se trataba era de impedir el Plan B a como diera lugar, no de hacer justicia.
Ah, pero luego se quejan de que los critiquen. Insisto: Cínicos.
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