Por Victor Hernández
Luego de que el ex Jefe Delegacional panista de Benito Juárez, Christian Von Roehrich fue detenido por la migra de Estados Unidos y luego por las autoridades de la Ciudad de México, algunos panistas, como el cinicazo Federico Doring, alegaron que Von Roehrich, acusado de ser parte del Cártel Inmobiliario, es inocente y además ¡es un perseguido político!
Lo que no dicen es que si Von Roehrich fuera de verdad inocente, no hubiera tratado de entrar a Estados Unidos de manera ilegal. Simplemente hubiera pedido asilo. Pero no lo hizo. Von Roehrich sabía que si se presentaba en la garita con su pasaporte mexicano lo iban a detener. Así que intentó evadir a las autoridades de Estados Unidos para no ser arrestado.
¿Para qué evadir a las autoridades de Estados Unidos siendo "inocente"?
Pues porque no es inocente.
Si lo fuera, ya hubiera ido a declarar ante la Fiscalía de Justicia de la Ciudad de México hace meses. No lo hizo. Se dio a la fuga.
¿Por qué la insistencia de algunos panistas de decir mentiras para tratar de defender a Von Roehrich entonces? Pues porque saben que pueden salir salpicados. Así que les urge tratar de convencer a sus votantes de que no les retiren el apoyo alegando una persecución política que no existe.
La realidad es que la derecha en México es como la nefasta derecha trumpista de Estados Unidos. Ellos saben que la gente por la que votan son unas piltrafas y unos delincuentes. Pero su enfermedad de odio contra la izquierda es tan grande que prefieren apoyar a delincuentes con tal de que nada cambie en México.
Pero esta vez defender lo indefendible no les va a ayudar. Al contrario. El público los va a ver como lo que son: unos cínicos, unos mentirosos, y unos solapadores de corruptos.
Síganle entonces, derechangos. Lo único que logran es ayudarle a la izquierda. Porque ahora en la izquierda podremos decir "se los dijimos; los panistas son unos rateros". Y la gente nos dará la razón. ;)
PD: Si cae Von Roehrich, quien es cuate de parrandas de Jorge Romero, en una de esas cae el propio Jorge Romero, y sus otros cuates de parranda Santiago Taboada y Luis Mendoza. La pregunta es ahora ¿cuánto tiempo va a tomar para que Von Roehrich los eche de cabeza?
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