Por Victor Hernández
Pasó desapercibido en los medios (por conveniencia) que tanto Morena como la derecha avalaron por unanimidad en comisiones del Senado que los municipios y gobiernos estatales no tengan el mismo límite de 0.1% de su presupuesto para comunicación social que sí tiene el gobierno federal.
Que porque el gobierno federal no le puede decir a los municipios y a los estados cómo gastar su presupuesto y bla bla blá. Pero NI MADRES. Lo que buscaban realmente era que los municipios y gobiernos estatales puedan facturar chayote sin restricciones.
¿Qué va a pasar ahora? Pues que si esta LEY CHAYOTE es aprobada por el Senado y luego por la Cámara de Diputados los gobiernos locales van a despilfarrar dinero a lo pendejo en chayote y el gobierno federal se va a lavar las manos diciendo que ellos no son los que están dando chayote.
Vale la pena preguntar: Si los legisladores creen que la restricción de gasto para los gobiernos locales no está bien porque viene del gobierno federal, ¿entonces por qué no aprobaron una REFORMA CONSTITUCIONAL para que desde la Constitución le aplique a todos la restricción al chayote y así ya no hay violación a la ley?
Pues porque lo que quieren los partidos políticos es seguir pagando chayote. Así se sencillo.
Por lo cual, el siguiente presidente, por ejemplo Marcelo Ebrard, deberá enviar al congreso una reforma constitucional anti-chayo para que NINGÚN gobierno vuelva a gastar un solo peso en propaganda oficial. El gobierno no necesita pagar anuncios en radio o TV, puesto que ya se están extinguiendo. Y los anuncios en internet son muy baratos en comparación con lo que se despilfarra en medios tradicionales.
Porque, la verdad, es una ofensa que se despilfarre dinero en chayote cuando el dinero se necesita para temas de más urgencia, como ampliar programas sociales, un sistema de salud gratuito y universal, etc.
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