Por Victor Hernández
El pasado miércoles 15 de marzo el Senado de la República abrogó la Ley Sobre Delitos de Imprenta, que data de 1917 y en la cual se establecen castigos a quienes injurian al Presidente.
La anulación de la ley no es nueva. Se propuso en 2020 en la Cámara de Diputados, pero se envió a la congeladora hasta hace poco, cuando el propio Presidente Andrés Manuel López Obrador pidió que se eliminara esa ley para que no hubiera censura.
¿Por qué pidió eso el Peje? Porque a una legisladora de Morena se le ocurrió la estupidez de subir las multas por injurias al Presidente. Al día siguiente de eso AMLO pidió que se eliminara por completo esa ley para que no hubiera censura. Ahora el Senado terminó de abrogar la ley.
Pero según la derecha AMLO es un "dictador".
¿Pues qué clase de dictadura es esa en la cual el propio Presidente pide que se elimine una ley que castiga a quienes "injurian" al Presidente?
En una dictadura de a deveras, como las del PRIAN, los gobiernos enviaban a periodistas a prisión, o de plano los mataban. En el mejor de los casos operaban para que fueran despedidos y ya no tuvieran voz, como ocurrió en los sexenios de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
Pero en la actualidad, con la 4T, el propio Presidente es el que pide que se eliminen leyes con castigos por hablar mal del Presidente.
Eso no es una dictadura. Eso es la libertad de expresión que no hubo con el PRIAN y que ahora, gracias a la izquierda, ahora sí está quedando consagrada en la ley.
No duden que si regresa el PRIAN al poder, esa ley y otros tipos de ley mordaza que el PRIAN han querido imponer desde hace décadas van a se finalmente impuestas.
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