Por Victor Hernández
Como ya le dio a la izquierda por hablar del accidente ferroviario en Ohio, Estados Unidos, que está causando un desastre ecológico, pero nadie dice de qué se trata el asunto, cómo o por qué ocurrió, aquí lo vamos hacer.
El 3 de febrero de 2023 se descarriló un tren de carga en el pueblo de East Palestine, Ohio. El tren llevaba químicos altamente tóxicos para la producción de plástico (PVC, principalmente), que se fugaron, poniendo en riesgo a la población.
La fuga de químicos, además, contaminó el suelo, el aire y fuentes de agua locales, prácticamente haciendo a la zona imposible de habitar.
Pero eso no fue todo. Como uno de los químicos era cloruro de vinilo, el cual es un gas altamente explosivo, las autoridades estatales hicieron una "quema controlada" del químico 3 días después del descarrilamiento, llenando una fosa con el químico y prendiéndole fuego.
Esto convirtió al accidente en un absoluto desastre ecológico que afecta a miles de personas en dos estados de Estados Unidos, Ohio y Pennsylvania. Pero lo peor es la manera en la que las autoridades de Estados Unidos manejaron el asunto y las condiciones regulatorias que llevaron al desastre.
Vamos a empezar con la respuesta de las autoridades estatales (el gobierno de Ohio es Republicano): vertieron químicos altamente tóxicos al aire libre y les prendieron fuego, causando un riesgo ecológico que ya no se puede controlar. El 15 de febrero el gobierno de Ohio dijo que el agua no estaba contaminada y que era segura para beber. Pero reportes de prensa de Estados Unidos muestran que el agua de riachuelos está tan contaminada que al arrojar una piedra causa reacciones químicas.
Ahora seguimos con las autoridades federales. Es decir, el gobierno de Joe Biden. En este caso la agencia federal encargada de tomar medidas en el caso es la EPA (Agencia de Protección Ambiental en español) que se quedó callada durante casi dos semanas y fue hasta la noche del Superbowl, como para que nadie se diera cuenta, que dieron a conocer una lista adicional de químicos tóxicos que se fugaron con el descarrilamiento.
Hacemos un paréntesis para señalar la falta de madre de Norfolk Souther, la ferrocarrilera responsable del transporte de los químicos, la cual inicialmente ofreció darle 25 mil dólares como "donativo" al pueblo de East Palestine por el incidente, lo cual equivaldría a $5 dólares por habitante, que ahora ya no pueden vivir con tranquilidad en sus casas. Norfolk Souther supuestamente luego habría ofrecido mil dólares por habitante, cantidad que, la verdad, sigue siendo ridícula comparada con las consecuencias a futuro que tendrá el incidente.
Pero aunque no lo crean lo que realmente causó el descarrilamiento viene de hace años.
Para empezar, el descarrilamiento ocurrió por una falla en el sistema de frenado del tren. Pero el problema es que los sistemas de frenado de los trenes en Estados Unidos usan tecnología que data de la Guerra Civil. Es decir, de hace prácticamente 150 años.
Durante su presidencia, de 2008 a 2016, Barack Obama emitió una serie de regulaciones para ordenar a las empresas ferroviarias que modernizaran el sistema de frenado de sus trenes. Pero Donald Trump eliminó esa regulación cuando llegó al poder, haciendo al transporte ferroviario menos seguro.
Así que buena parte de la responsabilidad por el accidente la tiene Trump, aunque la principal responsabilidad la tiene la empresa ferroviaria, Norfolk Southern.
También tiene parte de la responsabilidad el gobierno de Joe Biden, puesto que con tal de evitar una huelga de ferrocarrileros en temporada decembrina, Biden, en complicidad con la mayoría de los legisladores Demócratas y Republicanos, aprobaron una ley para que los trabajadores ferrocarrileros no tuvieran derecho a días de incapacidad pagados. Es decir, el goberno de Biden, y los Republicanos, dejaron claro que está primero las ganancias de las empresas que la salud de los trabajadores.
Y parte de la responsabilidad la tienen TODOS los legisladores y gobiernos federales de Estados Unidos que durante años dejaron al sistema ferroviario de ese país en el abandono. Literalmente hay vías del tren aún en uso que datan de los 1860s y que están claramente deterioradas, con ondulaciones, dobleces, etc. El resultado es que es muy común en Estados Unidos escuchar que algún tren se descarriló
¿Por qué está el sistema ferroviario de Estados Unidos en tan mal estado? Pues porque durante décadas el gobierno de Estados Unidos no ha invertido en darles mantenimiento ni en reconstruirlo. Y lo mismo pasa con toda la infraestructura pública de Estados Unidos, incluyendo carreteras, puentes, muelles, etc. Fue apenas hasta el año pasado que Joe Biden logró que se aprobara una ley en el congreso para tener presupuesto para mejoras de infraestructura.
El detalle es que en Estados Unidos el principal método de transporte de carga es el tren. Sale más barato transportar carga dentro del país en tren que en trailers. Pero a pesar de que le genera altas ganancias a los dueños de los ferrocarriles (privados, desde luego) no se toman la molestia ni de modernizar sus sistemas de frenos, ni de mejorar las vías, ni de darle prestaciones básicas a los trabajadores como días pagados de incapacidad. (OJO: Los ferrocarrileros de EU sólo pedían unos cuantos días de incapacidad pagados. Eso era todo).
¿Tiene esto algo que ver con México? Sólo de manera paralela. Porque el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha estado impulsando el uso del tren tanto para transporte de carga como de pasajeros, con vías modernas, trenes modernos, y operado por el Estado, lo cual garantiza prestaciones de ley para los trabajadores. Es decir, lo opuesto de lo que está pasando en Estados Unidos.
Y en la derecha se oponen al Tren Maya porque saben perfectamente que será de gran beneficio para el país y, por ende, hará aún más popular a la 4T.
Ahora sí. Ya con todos los datos que no les cuenten de lo que pasa en EU.
PD: He visto comentarios en Twitter en el sentido de que los medios de EU han ocultado el tema del descarrilamiento y desastre ecológico. No es el caso. Ha habido cobertura del incidente en todos los medios y los comentaristas serios han criticado el proceder del gobierno y de la empresa ferroviaria.
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