Por Victor Hernández
El PRI y su dirigente nacional, Alejandro Moreno, están cometiendo el mismo error que cometieron los Republicanos en Estados Unidos que les costó las elecciones.
En EU los Republicanos hicieron todo lo posible por descalificar a Joe Biden, por sabotear sus reformas, e inclusive revocaron el derecho constitucional al aborto, que era ley desde 5 décadas antes. Lo hicieron creyendo que así "energizarían" a sus bases y eso les daría una "ola roja" en las elecciones intermedias que les regresarían el control del congreso.
Pero pasó lo contrario. Sabotear las reformas de Biden, que ayudaban a la gente más necesitada, y además oponerse al aborto cuando la mayoría de los electores están a favor del aborto, le costó a los Republicanos la elección intermedia.
No sólo no lograron ganar la mayoría en el Senado, sino que además perdieron un escaño, con lo cual los Demócratas ahora tienen menos trabas para pasar iniciativas y confirmar jueces de la Suprema Corte.
Y hasta el momento de redactar esta columna los Republicanos no han ganado la mayoría en la cámara baja. De hecho, existe una posibilidad real de que no la ganen. E inclusive si la llegaran a ganar su mayoría sería tan pequeña (uno o dos votos) que les sería virtualmente imposible hacer nada, ya que siempre hay Republicanos dispuestos a votar con los Demócratas.
El resultado es que los Demócratas van a conservar el control del congreso cuando históricamente el partido en el poder en EU perdía las elecciones intermedias. Todo por oponerse a Biden y a lo que quiere la mayoría de los electores sólo con tal de darle gusto a la ultraderecha.
En México el PRI está haciendo lo mismo. Se ha opuesto a las reformas de Andrés Manuel López Obrador que son altamente populares, como la reforma electoral y la reforma eléctrica. No porque al PRI le convenga, sino por darle gusto a la ultraderecha panista.
El resultado será que en 2024 el PRI perderá más diputaciones, más senadurías, más alcaldías, y no podrá ganar ninguna gubernatura. Quedará en calidad de chiquipartido.
¿Y todo para qué? Para darle gusto al PAN y al ultraderechista Claudio X González. Porque al PRI no le genera ningún beneficio oponerse a reformas que la mayoría de los mexicanos aprueban.
Por lo cual, Alejandro Moreno deberá poner barbas a remojar. Lo que está haciendo en México ya lo hicieron los Republicanos en Estados Unidos y les salió el tiro por el yoyo.
Ah, y pequeño detalle: Ahora ya nada detiene a la FGR para que abran carpetas de investigación contra todos los corruptos del PRI. Bueno. ¿Eso querían los priistas? Pues eso van a tener.
PD: Vamos a ver qué cara pone Alito Moreno luego de la marcha de AMLO del 27 de noviembre a las 9:00 AM del Ángel de la Independencia al Zócalo. Mucha gente del Estado de México va a ir a apoyar a la reforma electoral. Muchos más de los que acarreó la derecha el domingo pasado. Esos son los votos que realmente va a perder el PRI si no apoyan la reforma electoral.
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