Vean: Se trumpificó el PRIAN y ahora les va a costar votos

Por Victor Hernández

Me he abstenido de hablar de payasos del PRIAN como Gabriel Quadri porque sólo son eso; payasos de las cachetadas sin mayor consecuencia y sin mayor importancia.

Pero el incidente que tuvo recientemente Quadri en el que le llamó "señor" a una mujer trans puso en evidencia no sólo la homofobia y transfobia del PRIAN, sino que además el PRIAN se trumpificó gracias a Quadri y payasos por el estilo, como Lilly Téllez, Xóchitl Gálvez y la fulana del PAN que dice que AMLO le va a cambiar el color al mar.

¿A qué me refiero con eso? A que el PRIAN ya de plano cayó en un nivel de estupidez y almorranas mentales que los iguala a los orates de ultraderecha del Q-Anon que le queman incienso a Trump.

Antes nadamás eran loquitos como Vicente Fox, Felipe Calderón y Margarita Zavala. Pero ante su desesperación por votos haiga sido como haiga sido, al PRIAN se le ocurrió poner a otros orates peores de candidatos a diputados para ver si así sacaban a votar a lo más recalcitrante de la ultraderecha en su chaqueta mental de que dizque iban a quitarle la mayoría legislativa al Peje.

Pero no lo lograron. Morena y sus aliados conservan la mayoría y con unos buenos zapes también se van a pastorear a los priistas para que le aprueben a AMLO sus reformas.

Y mientras tanto el PAN está de plano en un broncón de imagen pública por el show de Quadri, al grado en el que de plano, de acuerdo con Reforma, el PAN supuestamente dijo que ya no le van a aguantar otro pancho a Quadri contra las comunidad trasngénero.

¡Juar! Quadri va a seguir haciendo panchos. Y la izquierda lo único que tiene que hacer es mostrarle a los votantes los panchos de Quadri y advertirle lo que le espera al país con el PRIAN.

Así que esta columna no es para criticar a Quadri o al PRIAN por los panchos de Quadri, sino para solicitarles de la manera más atenta que los siga haciendo, ya que mientras panchos hace más e hunde el PRIAN.

"Ternuritas", como diría el clásico.

En la gráfica Lilly Téllez y Gabriel Quadri (de izquierda a derecha) no pueden creer que la gente sigue diciendo que están locos.