Por Victor Hernández
Andrés Manuel López Obrador comete un grave error al designar como embajador de Panamá a Pedro Salmerón, quien no sólo no tiene experiencia diplomática, sino que además tiene múltiples señalamientos de acoso sexual. Vaya, hasta personajes de la 4T se han pronunciado en contra de la designación de Salmerón.
AMLO pretendió defender el nombramiento de Salmerón alegando que es doctor en historia; que sabe mucho sobre Pancho Villa, y que no hay una acusación formal legal contra Salmerón por acoso.
Pero los argumentos de AMLO no se sostienen. Por esto:
Primero, porque a un embajador no le sirve de nada ser doctor en historia. Le sirve saber la cultura e idioma del país donde será embajador, y le sirve tener estudios en relaciones internacionales. Así que ser doctor en historia no sirve de nada para ser embajador.
Segundo, saber mucho de Pancho Villa no le sirve de NADA a un embajador en otro país. Si a caso en Estados Unidos, donde es muy conocida la figura de Villa, pero nada más. Así que ese argumento tampoco se sostiene.
Tercero y mucho peor: AMLO minimiza las acusaciones de acoso contra Salmerón porque no hay denuncias penales. Esto quiere decir que AMLO ignora que muchas mujeres no presentan denuncias formales contra sus acosadores por temor a represalias y para no revictimizarse. Yo personalmente se de casos de mujeres que sí fueron acosadas por gente que se dice cercana a Andrés Manuel López Obrador y que no presentaron denuncia por temor, por no tener los recursos legales para llevar un juicio contra su acosador y porque emocionalmente no querían tener que estar pasando de nuevo por lo que les hicieron.
Una de esas mujeres fue una trabajadora que renunció a su empleo tras ser acosada. Sé el nombre de la víctima y sé el nombre del acosador. Sé además con 100% de veracidad que el acoso sí ocurrió. Pero que la víctima prefirió no seguir laborando en el mismo lugar y seguir con su vida en vez de interponer denuncia.
No voy a revelar nombres hoy, pero lo haré cuando sea adecuado.
En vez de decir que no hay una denuncia formal, el presidente López Obrador debió hacer un llamado para que las víctimas de acoso que acusan a Pedro Salmerón interpongan denuncia sin temor a represalias. La postura del presidente SIEMPRE debe ser a favor de las víctimas, no a favor de los acosadores. Aquí la víctima no es Salmerón.
Peor aún; al insistir en darle a Salmerón un cargo público para que se rasque los huevos con cargo al erario (antes le inventaron el cargo de director de los estudios sobre las revoluciones, del cual corrieron cuando --por pendejo-- Salmerón chuleó a los asesinos de un empresario que ni la debía ni la temía) el presidente López Obrador se rebaja al nivel de Felipe Calderón, quien ponía a sus cuates en cargos públicos no porque fueran capaces, sino porque eran compañeros de parrandas, como fue el caso con José Francisco Blake Mora al ponerlo de Secretario de Gobernación no por ser capaz, sino por ser uno de los amigotes de Calderón en San Lázaro.
Se suponía que la 4T iba a ser una transformación de la vida pública. Pero seguir fomentando la cultura del "yo le aplaudí al presidente así que denme hueso" NO es una transformación de la vida pública. Es más de lo mismo. Es usar dinero público para premiar a vagos y vividores. Con la 4T, para acabarla de amolar, además se pretende premiar a quienes son acusados de acoso.
PD: Tampoco está bien que le den una embajada a la ex gobernadora priista de Sonora Claudia Pavlovich simplemente por haberse "portado bien" y no hacer fraude en las elecciones de ese estado. ¿Por qué se va a premiar a alguien por hacer el trabajo que por ley está obligada a hacer? Y tampoco estará bien si le dan una embajada a Porfirio Muñoz Ledo, quien se puso a chantajear a AMLO diciendo que a lo mejor se hacía asesor de otros partidos políticos luego de que ya no le dieron pluri en la cámara de diputados. Esa cultura del chantaje político debe acabarse si de verdad queremos que México cambie.
PD2: Me debe más a mi la 4T que a Salmerón. Yo fui el primero que mostró las evidencias del fraude electoral de 2006, y cuando me llamaron a ayudar en la elección de 2012 lo hice. Aún así no le ando pidiendo nada al gobierno de AMLO. Si alguien va a apoyar una causa sólo por el hueso o por ver qué le dan de recompensa, esa persona no es digna de fiar.
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