Por Victor Hernández
En México tenemos una prensa que nunca acepta que la caga a pesar de que evidentemente la caga y con ganas.
En vez de admitir que la cagan, lo que hace la prensa en México es usar tangentes para hacer los muy dignos y hasta "atacados" por la malvada 4T, que con toda justificación les señala que la están cagando.
Esto ha ocurrido dos veces en tan sólo un par de semanas. Primero fue el caso de Carmen Aristegui, quien cometió la pifia de poner su nombre en un "reportaje" que pretendía alegar que los hijos de Andrés Manuel López Obrador se beneficiaron con el programa Sembrando Vida. No fue el caso, y los propios autores del "reportaje" admitieron que sólo publicaron conjeturas.
AMLO respondió a ese "reportaje" criticando a Proceso, y en particular a Carmen Aristegui, de quien dijo que nunca ha estado a favor de la 4T.
Repito: Los propios autores del reportaje admitieron que publicaron conjeturas, y que no había evidencia sólida de que hubiera algún beneficio de Sembrando Vida para los hijos de AMLO. Pero en vez de admitir que la cagó en apoyar a ese reportaje, Aristegui lo que hizo fue salirse por la tangente respondiendo no sobre el contenido del reportaje--que era el verdadero problema--sino respondiendo a las declaraciones de AMLO, alegando que ella no está ni a favor ni en contra.
Aristegui sabe perfectamente cuando la caga--o la caga su gente. Pero nunca lo admite. Cambia de tema, se hace la loca, y espera que nadie se de cuenta. Bueno, pues yo sí me di cuenta. Muchos más se dieron cuenta.
Esa misma estrategia de salirse por la tangente para no admitir una cagada fue usada por Carlos Loret de Mola, quien difundió un video de un colaborador de AMLO, Alejandro Esquer, manejando efectivo en un banco y sugiriendo un supuesto acto ilícito.
AMLO le respondió a Loret diciendo que Loret es un corrupto, y que el video es de 2017, cuando Morena decidió apoyar a los daminificados por el sismo de septiembre, y que el asunto, de hecho, fue investigado por el INE y no se encontró ningún acto indebido.
Al igual que Aristegui, Loret se salió por la tangente y, en vez de admitir que la cagó, le respondió a AMLO con la letanía que ya nos sabemos de memoria: Que los curruptos son Pío López Obrador, y etc, etc. Pero ni de chiste se atrevió a admitir que publicó fake news.
La verdad, no se sí Aristegui se bajó al nivel de Loret, o si Loret se bajó al nivel de Aristegui. Lo que sí sé es que Loret no me extraña, y que si Aristegui quiere recobrar credibilidad tras la pifia del "reportaje" de Sembrando Vida, debe aprender a admitir errores.
Y claro; los que pretendieron solapar la cagada de Aristegui también deberán aprender a darse cuenta de que no pueden usar sus filias para justificar la desinformación. Precisamente por eso es que Loret se puede salir con la suya. Porque al final Loret va a poder decir muy orondo que "¿y qué? Aristegui hace lo mismo."
En el ejercicio del periodismo, antes que las filias, las amistades y los caemebienes debe estar siempre la verdad. Si decir la verdad tiene como costo perder amigos, que así sea. Este país no va a cambiar hasta que aprendamos a defender la verdad por encima de los amiguismos, compadrazgos, y fanatismos.
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