Por Victor Hernández
Esta semana el vocero de la presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, mostró miseria humana al minimizar a la cantidad de niños hospitalizados por covid en México con tal de justificar el regreso a clases presenciales que el Presidente Andrés Manuel López Obrador quiere que ocurra por necedad, no porque sea buena idea.
Esto fue lo que escribió Ramírez Cuevas en su cuenta de Twitter al respecto:
Frente a la preocupación sobre los niños hospitalizados por Covid-19, se informa que son muy pocos casos. En el IMSS de 7,605 hospitalizados en todo el país, hay 128 menores de 19 años. Es decir, el 1.6%. En la CDMX de 1,019 hospitalizados, solo 17 personas son menores de 18 años
A Ramírez Cuevas le pareció poca cosa que 128 menores de edad estuvieran hospitalizados en el país. Según su tuit, pues nadamás son 1.6% de los hospitalizados. ¿Qué tanto es tantito?
Pues es MUCHO si consideramos lo siguiente:
1. Los niños que fallecieron por el incendio en la guardería ABC fueron 49. 128 hospitalizados se acerca a TRES VECES la cantidad de niños que murieron en ABC.
2. Esto es SIN clases presenciales. En el momento en el que inicien las clases presenciales los contagios, y por ende las hospitalizaciones, se van a disparar.
Que Jesús Ramírez Cuevas haya minimizado las hospitalizaciones de niños es misera humana. Y la verdad me parece un escupitajo a las famililas de los niños hospitalizados que Ramírez Cuevas diga que "sólo" son X cantidad.
Ignoro si Ramírez Cuevas tenga hijos. Pero los que sí tenemos hijos sabemos que lo que dijo es súmamente ofensivo. Un hijo enfermo es algo que ningún padre de familia quiere. Mucho menos cuando esa enfermedad puede causar el fallecimiento de un hijo.
Ramírez Cuevas debería renunciar. No es la persona adecuada para servir al pueblo de México, ya que claramente no está interesado en servir al pueblo. Está interesado en conservar su hueso.
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