Por Victor Hernández
Víctor Trujillo publicó un video tratando de justificar su postura de golpeteo contra Andrés Manuel López Obrador, tratando de compararla con las críticas que hizo contra Fox, Calderón y Peña Nieto.
Mintió. Con Fox, con Calderón y con Peña Nieto fue, en el mejor de los casos, tibio. A ningún funcionario de Fox, ni de Calderón ni de Peña le puso la gritoneada al aire que le puso a René Bejarano, por ejemplo. A Peña hasta lo defendió poniéndose a gritar como histérico "¡Con la familia no nos metemos!" cuando un invitado a su programa de Televisa criticó a la hija de Peña, quien se metió en política al retuitear un mensaje clasista y discriminatorio ("bola de pendejos que son parte de la prole") contra los votantes de izquierda.
Así que la excusa de Trujillo no pasa de ser una justificación para lo que hace hoy en día: Lamer bolas de la derecha.
Al video de Trujillo le respondió Pedro Miguel, colaborador de La Jornada y propagandista de la 4T. Esta es una imagen de su tuit, ya que me tiene bloqueado. Ya ven qué tolerantes son en la ultraizquierda:
O sea que lo que está diciendo Pedro Miguel es que nomás le gusta la crítica cuando no critican a la izquierda. O dicho de otro modo, Pedro Miguel está tratando de justificar sus lamidas de bolas a la izquierda.
¿Gobierno honesto el de AMLO? Más que los de Fox, Calderón y Peña sí. Pero no en todo. Incluyendo el caso Cienfuegos, el caso Salgado Macedonio, en la relación que llevó su gobierno con el de Donald Trump, en la manera en la que su gobierno usó a la fuerza pública para agredir a migrantes indocumentados, y varios temas más con los que lambisconazos del poder como Pedro Miguel, El Fisgón, etc, se hacen pendejos.
¿A quién irle? A NINGUNO. Trujillo es parte de un proyecto de golpeteo político de la derecha y Pedro Miguel es un propagandista del poder con la misma credibilidad que los funcionarios del PRI cuando le decían al presidente "las que usted diga" cuando preguntaba la hora.
¿Es esto un asunto de libertad de expresión? No. Es un asunto de golpeteo político. Sería un asunto de libertad de expresión si se tratara de algún ciudadano X a quien las autoridades dejaron en el desamparo. No es el caso con Trujillo. El proyecto que le paga es parte de una estrategia de derecha con cantidades de dinero cuyo origen aún no han explicado. Es un proyecto, además, que fue armado por gente cercana a Silvano Aureoles y que han pedido que se censure la información sobre su cercanía con Aureoles. ¿Por qué? Porque saben que lo que están haciendo está mal.
Y Pedro Miguel tampoco está en el desamparo. Al contrario. La Jornada recibe carretadas de chayote sin merecerlo porque ni tiene circulación, ni tiene público suficiente como para justificar ser el tercer medio que más dinero recibe del gobierno.
Así que los dos, Trujillo y Miguel, pueden meterse sus justificaciones pendejas de sus lambisconerías a la derecha y a la izquierda POR EL FUNDILLO.
Y ya fin. Este tema de Trujillo ya da güeva. Insisto: Si lo quieren criticar, critíquenlo por ser parte de un proyecto de golpeteo político, no por una "misoginia" inexistente, que pone a la izquierda más bien en calidad de yunquistas mojigatos y trasnochados. No pinches mamen.
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