Por Victor Hernández
Al periodista Álvaro Delgado, a quien respeto y admiro, no le pareció bien que no se transmitiera la conferencia de prensa de Donald Trump en la que dijo mentiras sobre un supuesto fraude electoral en la elección presidencial de Estados Unidos.
Tampoco le gustó a Álvaro Delgado que CNN llamara "patético" al abogado de Trump, Rudy Giuliani, cuando recientemente se puso a repetir falsedades y conspiranoias sin sustento sobre el supuesto "fraude" que no fue tal, ya que hasta gobiernos estatales del partido de Trump, los Republicanos, desmienten que hubiera fraude. Es más; las autoridades estatales de Georgia, que son del partido Republicano, están a punto de certificar el triunfo de Joe Biden tras un recuento de todos los votos y a pesar de que Trump insiste en decir que hubo fraude sin presentar una sola evidencia de que lo hubiera.
Álvaro lo ve como una cuestión de censura. Pero no es tal. La prensa en Estados Unidos simple y sencillamente tiene información que Álvaro Delgado al parecer no tiene y por eso no se ha dado cuenta de por qué hasta la prensa conservadora de Estados Unidos --o sea Fox News-- está respondiendo así a Trump.
La información que Álvaro no tiene es esta: Trump sabe que no hubo fraude y que perdió, pero lo que pretende es hacer show mediático para que sus fanáticos más recalcitrantes crean que lo hubo y así poder alegar dos cosas:
1. Que no perdió.
2. Mangonear al partido Republicano para que le siga dando dinero.
Esto ya estaba claro para cualquiera que hubiera puesto atención al narcisismo y fantochería de Trump en los últimos 4 años, pero quedó aun más claro en un artículo del Washington Post publicado el pasado 16 de noviembre, en el cual citan a integrantes de la campaña de Trump que ya están hartos y están balconeando las cochinadas que están ocurriendo dentro de la campaña.
Cito textual dos de los párrafos del árticulo del Washington Post. Noten lo que marqué en negritas:
El secretario de estado republicano de Georgia, Brad Raffenspeger, dijo en una entrevista el lunes que se ha visto bajo una creciente presión de compañeros republicanos para que excluya votos en un esfuerzo para revertir la apretada derrota de Trump, y que la campaña de desinformación del presidente se ha salido tanto de control que ha recibido amenazas de muerte.
La campaña de Trump ha empezado a reducir sus operaciones, con contratos de trabajo de un número de ayudantes expirando el domingo. El presidente, frustrado porque los abogados de su campaña no aparecen con más frecuencia en televisión para emplificar su alegato sin base de que él es el verdadero ganador de la elección, ha elevado a los abogados Rudolph W. Giuliani y Jenna Ellis para que manejen a sus esfuerzos de relaciones legales y públicas para revertir la elección.
TRADUCCIÓN: Lo que quieren Trump es que se repita en los medios su mentira de que ganó la elección. Y su campaña de desinformación está tan fuera de control que hasta gente de su propio partido recibe amenazas de muerte por no darle por su lado a Trump.
Eso es propio de una dictadura, no de una democracia. Y ningún medio tiene la obligación de seguirle el juego. De hecho es al revés; la prensa y los medios NO se deberían prestarse a ese tipo de estrategias de desinformación dictatoriales.
Si no queda claro que es lo que busca Trump, van entonces estos otros dos párrafos del mismo artículo del Washington Post:
Mientras las derrotas de la campaña de Trump aumentan en las cortes, algunos de los asesores más conspiracionales y polarizantes del presidente han ascendido. En una reunión el viernes, Giuliani le dijo a Trump que sus asesores le han estado mintiendo sobre sus posibilidades de prevalecer y que él puede realmente ganar, dijo una persona con conocimiento de la reunión.
Desde entonces, Giuliani se ha encargado de la toma de decisiones estratégicas en demandas, así como en los esfuerzos de relaciones públicas. "Es realmente más bien una pelea de relaciones públicas ahora que una legal," dijo un oficial de campaña (de Trump).
Pongan atención a lo que marqué en negritas e itálicas. La propia campaña de Trump admite que saben que están perdidos y que no tienen manera legal de demostrar que hubo fraude o de revertir el resultado de la elección, por lo cual sus esfueros son 100% mediáticos. Lo que busca Trump es generar la percepción entre sus seguidores más fanáticos y sicópatas de que hubo fraude. Y al que puso para que eso ocurra es a Rudy Giuliani.
¿Entiendes ahora por qué los medios hicieron lo correcto al cortar las mentiras de Trump y al tildar de "patético" a Giuliani, Álvaro?
Esto no es una cuestión de pureza periodística, sino de principios democráticos. Ningún medio puede prestarse al juego de alguien que busca envenenar a la opinión pública con mentiras. No es una cuestión de publicar ahora y desmentir después. Trump le apuesta a que sus mentiras se publiquen ahora porque sabe que no será posible desmentirlo.
Es el mismo principio con el que opera el expertio en guerra sucia JJ Rendón: usar el rumor porque, dice Rendón, una vez que logras que la gente crea algo que no es verdad, es muy difícil convencerlos de lo contrario.
Precisamente por eso es que en México la guerra sucia en medios está prohubida. Se reformó la ley electoral luego de las elecciones de 2006 precisamente por los spots de guerra sucia del Consejo Coordinador Empresarial contra AMLO.
¿Entonces no debería existir esa prohibición en México, Álvaro? Porque no recuerdo que te hayas opuesto a esa reforma.
Eso es lo que no has querido entender, Álvaro. No se pide que se use censura a contentillo de los medios, sino que los medios tengan el criterio para darse cuenta cuando el poder los está usando para difundir falsedades que claramente tienen efectos serios en la opinión pública.
Vamos, las mentiras de Trump se han desmentido hasta el cansancio, pero aún así hay fanáticos de extrema derecha que lanzan amenazas de muerte contra oficiales de su propio partido por negarse a seguirle la corriente a Trump.
¿Aguantarías eso en México, Álvaro? ¿No nos quejábamos de que Televisa y TV Azteca difundieran mentiras contra AMLO entre 2006 y 2018? ¿Por qué es tan difícil de entender? ¿Pa qué tanto pinche brinco estándo el suelo tan parejo, puesn?
Frenar una campaña de guerra sucia no es censura. Censura sería callar a quien dice la verdad. Frenar a quien claramente está buscando causar pánico, caos, o de plano agresiones sin ninguna justificación, nunca será censura; será parar en seco a un acto TERRORISTA.
Aclaro que no escribo esto en mala leche. No busco joder a Álvaro sólo por joder. Creo simplemente que su postura respecto a lo que está pasando en Estados Unidos, que compartieron otros comunicadores en la izquierda, carece de información y, al carecer de la información correspondiente, se convierte en desinformación.
Y si queremos que este mundo cambie, no podemos difundir desinformación. Ni podemos defender a la desinformación. Lo único que podemos y debemos hacer es difundir la verdad y sólo la verdad.
Ese debería ser el principio rector de todos los comunicadores, independientemente de posturas políticas. Y creo que un periodista tan talentoso como Álvaro Delgado lo sabrá entender.
PD: En la conferencia en la que CNN tildó de "patético" a Giuliani también participó Jenna Ellis, una fulana que difunde teorías de conspiración tan jaladas de los pelos que hasta alega que Hugo Chávez fue el que hizo el software electoral que supuestamente le "robó" votos a Trump. Esto es lo que dice el Washington Post sobre Ellis:
(Jenna) Ellis es vista como una figura incontrolable dentro de la campaña, quien a menudo provee a Trump con información cuestionable sobre supuesto fraude electoral y aparece en televisión sin pedir permiso de oficiales de la campaña.
Un poco más adelante el Washington Post publica esto, que le dijo un asesor de la campaña de Trump:
El equipo legal (de la campaña de Trump) ahora planea bombardear a los medios de derecha y poner a más de sus aliados en Fox News.
Bueno, pues 3 días después Fox News le pidió evidencia a Jenna Ellis de que el software en cuestión fuera obra de Hugo Chávez. También le pidió evidencia de fraude electoral. Ellis no presentó una sola evidencia. Esto obligó a Tucker Carlson, uno de los dos comentaristas de derecha más recalcitrante de Fox News a hacer una aclaración pública de que su programa le pidió evidencias a Ellis y no presentó ninguna. Pero era demasiado tarde. Los fanáticos más recalcitrantes de Trump ya se tragaron esa pastilla y ahora ya no la van a soltar.
Estamos hablando del 47% de los votantes de Estados Unidos. Es decir, arriba de 70 millones de personas.
¿Entiendes ahora por qué no se puede permitir que las mentiras sean tratadas como su fueran noticia, Álvaro?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario