Por Victor Hernández
El miércoles pasado hablé via Skype con un amigo de California que me dijo que estaba preocupado por las elecciones de Estados Unidos. Confiaba en que ganaría Joe Biden, pero le preocupaba que se fuera a desatar la violencia si Donald Trump, por ser mal perdedor, azuzara a sus huestes de orates con sus típicas mentiras.
Al día siguiente, por la tarde, Trump hizo exactamente eso; azuzar a sus huestes de loquitos con un discurso plagado de mentiras contra el conteo de votos. Lo hizo porque Trump sabía que estaba perdido, pero si azuzaba a sus tarados para que actuaran con violencia, las autoridades electorales detendrían el conteo de votos.
Las televisoras de Estados Unidos, con excepción de a Fox News y CNN, se dieron cuenta de lo que estaba haciendo Trump e inmediatamente cortaron la transmisión de su discurso de mentiras. Fue el equivalente a que el gobierno alemán cortara un discurso nazi. En Alemania, para los que no saben, los discursos nazis están prohibidos. No es una cuestión de libertad de expresión, sino de no permitir discurso de odio que lleva a la violencia.
Lamentablemente en México los dos bandos de los medios, los de derecha y los de izquierda, se pusieron. a decir una sarta de pendejadas sobre el corte del discurso de Trump.
Los de derecha pidieron que los medios en México cortaran los discursos de Andrés Manuel López Obrador, cosa que es una idiotez, ya que AMLO no dice mentiras de manera deliberada para azuzar violencia. Además, AMLO tuvo cerco informativo desde 2006.
Acto seguido, y sólo por llevarle la contraria a la derecha mexicana, los opinólogos de izquierda se pusieron a criticar a los medios de EU por cortar el discurso de Trump. Mareados en la cúspide del ladrillo, y cayendo en la pendejez de comparar a AMLO con Trump, los opinólogos de izquierda llegaron al extremo de pontificar para justificar a las mentiras y fake news de Trump como si fueran meras opiniones, pasando por alto el hecho de que Trump claramente estaba tratando de azuzar violencia para frenar un proceso democrático.
Fascismo 100% químicamente puro, pero los pontificadores de izquierda pretendieron hacer pasar al fascismo como mera “opinión”, creyendo pendejamente que así defendían ¡al Peje!
Tan mal estuvieron los merolicos de derecha como los pontificadores de izquierda. Los dos se merecían un buen ZAPE y una patada en el fundillo para que espabilaran la baba y alivianaran el mosquero. Pendejos los dos. Unos por buscar censura de verdad y otros por confundir fascismo con “opinión”.
En lo personal, yo sí tengo familiares y amigos en Estados Unidos. Por lo cual encuentro ofensivo que los pontificadores de izquierda pretendan justificar que Trump azuzara a sus hordas de orates para que hicieran violencia. Si no saben cómo están las cosas en EU, entonces mejor no digan nada. No hablen de lo que no conocen. NO SEAN PINCHES IMBÉCILES.
Y miren que entre los que se pusieron a justificar a Trump estuvieron periodistas y moneros cuyo trabajo respetó, pero no por eso su postura pontificadora deja de ser pendeja y muestra de que ya los mareó el ladrillo.
Qué lamentable que así esté la prensa en México. Una prensa que no sabe ni de qué CHINGADOS están hablando y aún así se sienten con superioridad moral. Vayan todos a RECHINGAR A SU MADRE. Si no saben distinguir entre libertad de expresión y fascismo, no tienen nada que hacer en la prensa.
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