Por Victor Hernández
Como dije en la columna de ayer, la ultraizquierda se equivoca al atacar a Joe Biden como si fuera lo mismo que Donald Trump. No lo es.
Por muchas razones, pero en lo que se refiere a México habrá tres cambios inmediatos y notorios en la política bilateral. Para empezar, no habrá más insistencia en un muro fronterizo, ni el gobierno de Estados Unidos estará mangoneando a Andrés Manuel López Obrador para que use a la Guardia Nacional para frenar a migrantes centroamericanos.
Segundo cambio: Se acabará el rachazo racista a los refugiados y no se les obligará a estar en México, como lo ha estado haciendo el gobierno de Trump con la complicidad lacayuna del gobierno de AMLO.
(Sí, en esto AMLO sí ha sido lacayo de Trump y agachón además, pero en la ultraizquierda y en la 4T se hacen pendejos y no lo quieren admitir.)
Tercer cambio: Biden propondrá legalizar a millones de mexicanos indocumentados que viven en Estados Unidos. No más miedo a deportaciones y no más temor a ser agredido el gobierno por ser migrante.
Y eso es para empezar. Si Biden logra limpiar el cochinero que hizo Trump, la izquierda ganará las elecciones presidencial nuevamente en 2024. Y en ese entonces, si continúa mejorando su organización electoral, la izquierda socialista en Estados Unidos podría tener a su primer presidente abieramente socialista, como Alexandria Ocasio-Cortez o el propio Bernie Sanders.
La ultraizquierda hace mal en demonizar a Estados Unidos sólo porque se quedaron clavados en la guerra fria de los 60s. Ya no es así Estados Unidos. Y mientras no se quiten en la izquierda esa telaraña de la cabeza, más difícil será para los progresistas y socialistas de Estados Unidos poder cambiar a ese país.
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