Cada vez que la revista Proceso cuestiona en su portada a Andrés Manuel López Obrador, la ultra y borregos afines a la 4T acusan al semanario de ser una publicación "panista" por el hecho de que María Scherer, quien es una de las dueñas de la revista, está casada con el cuñado NiNi de Felipe Calderón y además "colabora" con el proyecto de golpeteo político del ex secretario particular de Silvano Aureoles, llamado "Latinus".
Pero si Proceso es "panista", como dicen los ultras, entonces ¿cómo explican la portada y reportaje central de la edición de esta semana?
El reportaje, titulado "Caso Lozoya: una maraña de nombres y filtraciones que apuntan alto", acusa directamente a Enrique Peña Nieto, a Luis Videgaray, y a Felipe Calderón y otros panistas de estar involucrados en las trácalas de Odebrecht.
Inicia el reportaje con este párrafo:
La primera declaración firmada en España por el exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya Austin, en el caso de la corruptela con Odebrecht a la que accedió Proceso, menciona a personajes como Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray Caso, quienes presuntamente realizaron negociaciones y autorizaron contratos con la empresa brasileña.
Acusa además a Roberto Gil Zuarth, panista y perro faldero de Calderón durante su sexenio, de haber recibido una filtración de las declaraciones de Emilio Lozoya en España. Sugiere además el reportaje que Gil Zuarth filtró esa información a los señalados por Lozoya.
Al primero que señala Proceso por haber hecho contratos rateros co Odebrecht es a Felipe Calderón, quien habría autorizado un contrato para la compra de Etano a Pemex por 2 mil millones de dólares, monto que terminó en más de 5 mil millones de dólares.
Agrega Proceso:
En otra entrega (Proceso 2140), Jesusa Cervantes destacó que desde 2008, cuando Marcelo Odebrecht estuvo en Los Pinos con Calderón, iniciaron las negociaciones que se concretaron el 19 de febrero de 2010 para venderle etano a la filial Braskem –cuando Calderón aún era presidente– y los de mantenimiento en las refinerías de Tula (2013), Salamanca (2014) y Tula II (2015).
¿Pues no que Proceso es panista?
No. Proceso no es panista. Simplemente es OBJETIVO. Pero en la 4T no les gusta la objetividad. Les gustan los aplausos aunque se equivoque AMLO. ¿Qué horas són? "Las que usted diga, señor."
Al final, el periodismo confiable es aquél que no tiene preferencia partidista, ya que va a reportar lo que está mal venga de quien venga. Sólo así puede una sociedad corregir, precisamente lo que está haciendo mal..
A AMLO sólo le gusta que le aplaudan. Se equivoca. Comete un gravísimo error al suponer que él nunca se equivoca y que nadie debe criticarlo.
"Es que la derecha ataca por hacer guerra sucia," dirán los borregofans de la 4T. Cierto. Pero a la derecha se le pone en evidencia y punto. NO se puede usar ese pretexto para atacar a medios que critican a AMLO o a la 4T con objetividad.
Pretender que nadie critique a AMLO por ningún motivo no es ayudarle. Es generar rechazo por parte de muchos votantes que saben que alguien que se dice infalible repite lo mismo que siempre hizo el PRIAN.
¿Y para qué quiere votar el elector por alguien que repite varios de los mismos errores del PRIAN?
Si la izquierda quiere de verdad ganar las elecciones intermedias, deberá dejar a un lado su fanatismo y deberá empezar a hacer algo que hasta la fecha no han sido capaces de hacer: autocrítica.
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