Respecto a las críticas que recibió su esposa recientemente, dijo ayer Andrés Manuel López Obrador que se metan con él, no con su familia.
A lo cual respondo: Ciudadano Presidente, el que mete a su familia en política es usted.
Sí. Es usted quien metió a sus dos hijos mayores a operar en Morena. Fue usted además quien metió a su esposa en su campaña presidencial, y es usted quien sigue dándole facilidades a su esposa para salir en la foto en actos oficiales en los cuales no tendría por qué aparecer ya que, según ella, no es primera dama.
No puede entonces usted quejarse de que le lluevan críticas a su esposa por la manera en la que, por ego, cae en el juego de la derecha para hacerle golpeteo a usted.
Puede usted quejarse, y con muchísima justificación, de que se metan con sus dos hijos menores, quienes no se mete en política. Pero respecto a sus dos hijos mayores y a su esposa no puede pedir que no se les critique porque simple y sencillamente son ellos quienes se metieron en política a sabiendas de en política el que se lleva se aguanta.
Es francamente un PÉSIMO ejemplo el que usted pone al pretender que no critiquen a quienes se meten en política. ¿Dónde quedó la libertad que usted tanto preguna? ¿Dónde quedó el "prohibido prohibir"?
No, Presidente. Usted sólo puede pedir que no se metan con quien no es figura pública ni se mete en el discurso político. Pero no puede pedir que no se critique a quien claramente participa por su propio gusto en el discurso público.
Y que conste: De ninguna manera estoy diciendo que si familia no debe participar en política. Eso ya es asunto de ellos. Pero si se van a llevar, entonces que se aguanten.
Entiendo que NADIE de su círculo cercano le dice esto porque son una bola de lambiscones. Algunos, inclusive, pretenden llegar a usted por medio de su esposa, cantándole loas para que sea ella la que les abra la puerta política que usted debería cerrarles por ser unos esbirros del PRI que sólo buscan dinero y traficar influencias, como cierto mitómano que opera para Televisa.
Usted me conoce. Sabe perfectamente que yo no me ando con lambisconerías y que digo las cosas valiéndome sorbete lo que digan o piensen los demás. Con esa misma honestidad se le digo lo que los lambiscones que lo rodean no le dicen: La está usted CAGANDO al pretender que no se critique a su esposa.
TODOS en el círculo de lambiscones piensan lo mismo y tienen una PÉSIMA imagen de ella. Pero no dicen nada por lo mismo: porque son una bola de lambiscones. Alguien se lo tiene que decir. Se lo digo yo porque yo ni soy lambiscón, no quiero chayote. Y porque yo sí tengo GÜEVOS.
E insisto: De los ataques racistas contra su hijo menor desde luego que tiene usted el derecho y la obligación de condenarlos. Pero no puede usted quejarse de las críticas contra su esposa porque, no nos hagamos, a ella también le encanta la grilla.
Ni modo, Ciudadano Presidente. Los demás son culones y no le dicen lo que deberían decirle para que usted no la cajetée y su gobierno no se vaya al caño por no corregir a tiempo. Yo no quiero que su gobierno se vaya al caño, así que por eso le digo las cosas sin tapujos y sin rodeos.
¿Quiere usted ser recordado como un buen presidente? Hágame caso. ¿Quiere ser recordado como un presidente gris? Hágale caso a los lambiscones. Así de sencillo.
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