El gobernador panista de Guanajuato tuvo oportunidades diarias para participar las reuniones de seguridad del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. No quiso.
Año y medio después, Guanajuato es el estado con más inseguridad y el que tiene el problema más grave de narcobloqueos.
De plano el fin de semana el ejército tuvo que intervenir para combatir al cártel de Santa Rosa de Lima. Pero el gobierno estatal panista fue completamente incapaz de contener los narcobloqueos.
Desde luego, la derecha no dijo ni pío. Se la pasaron quejándose de John Ackerman a pesar de que no hay nada irregular en las propiedades que compraron él y su esposa cuando nisiquiera eran funcionarios públicos.
La realidad es que la derecha no sabe gobernar ni Guanajuato, que es prácticamente el único bastión que les queda aparte de Edomex, donde están a un tris de perderlo.
Y si no saben gobernar ni Guanajuato, francamente es risible que la derecha pretenda gobernar todo un país.
Más bien precisamente por eso fue que la derecha perdió en 2018 con 53% del voto.
Oídos de chicharronero entonces.
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