La "nueva normalidad" que pregona el Presidente Andrés Manuel López Obrador forzosamente debe incluir nuevos impuestos a la comida chatarra.
Esto debido a que la mayoría de los casos graves de coronavirus son en personas que tienen diabetes, obesidad, o sobrepeso. Eso explica por qué en México la mortalidad del coronavirus es de 10%, comparado con 3% en China, donde hay mucha menos obesidad que en México.
Lo cual quiere decir que técnicamente las medidas de sana distancia, cubrebocas, etc, están protegiendo principalmente a personas con diabetes, hipertensión, etc.
"No es cierto. También se protege a adultos mayores," dirán algunos. Pues sí, pero la mayoría de las muertes en México por coronavirus no son en adultos mayores, sino en diabéticos, hipertensos, etc.
Así que si vamos a cambiar nuestras vidas para proteger a gente que se enfermó por comer chatarra, pues entonces el verdadero problema es la chatarra y eso es lo que tiene que cambiar de verdad en la "nueva normalidad."
Por lo cual, la "nueva normalidad" debe incluir las siguientes medidas:
1. Nuevos impuestos a la comida chatarra que tengan como objetivo reducir su consumo. Particularmente de bebidas azucaradas.
2. Además de IEPS a la chatarra, se debe imponer un nuevo impuesto a las empresas que produzcan chatarra para que con ese impuesto se subsidie al sistema de salud. No puede ser que sean esas empresas las que produzcan la enfermedad que está obligando a los contribuyentes a pagar por ventiladores médicos e insumos, pero las empresas no paguen la parte principal.
3. Se deberá prohibir la venta de chatarra a menores de edad. Sólo la podrán comprar los padres de familia.
4. Prohibición a los envases mayores a 300 mililitros de bebidas azucaradas y a las presentaciones grandes de frituras y otros productos chatarra.
¿Les parece que estas recomendaciones son draconianas? No. Draconiano es tener que salir a la calle con cubrebocas, llevar "sana distancia" de manera indefinida, estar usando gel antibacterial a todas horas, no poder visitar gente, no poder saludar a nadie, no poder ir al cine, no poder ir a un restaurante, no poder salir de viaje, etc. Es decir, lo que es draconiano es la "nueva normalidad".
Y si de verdad queremos que eso ya no se repita, entonces no hay de otra: tenemos que ponerle un freno a la diabetes y a la hipertensión. Pero la única manera de hacer eso es dejando de facilitar el consumo de chatarra en México.
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