A Donald Trump sólo le gusta una encuestadora en Estados Unidos: Rasmussen, una encuestadora de derecha que seguido lo pone con una popularidad de 50% o más a pesar de que no es el caso.
La metodología de Rasmussen es cuestionable por decir lo menos. Mire usted:
De acuerdo con Rasmussen, su metodología consiste en hacer encuestas automatizadas con "robocalls" y en internet, aunque sin especificar qué método usa para encuestar en internet.
Muy escondido en la descripción de su metodología, Rasmussen dice lo siguiente:
"Para contactar a los que abandonaron la línea fija (telefónica) tradicional, Rasmussen Reports usa una herramienta de encuesta en línea para entrevistar al azar a participantes selectos de un pánel demográficamente diverso."
Con esa explicación, Rasmussen se hizo el candado, ya que:
1. La mayoría de la gente en Estados Unidos no tiene teléfono fijo. En 2018 más del 53% de los adultos en Estados Unidos no tenían línea fija, sino sólo celular. 61% de los menores de edad tenían un teléfono móbil, por lo cual la cantidad de personas con teléfono fijo es cada vez menor. Y quienes sí tienen teléfono fijo tienden a ser más conservadores.
Por cierto: cuando las encuestas telefónicas se hacen por medio de llamadas automatizadas, la mayoría de la gente las rechaza, lo cual disminuye aún más la confiabilidad estadística del muestreo de la encuesta.
2. Las encuestas en línea no son estadísticamente confiables, ya que no hay manera de determinar la identidad verdadera del entrevistado. La línea telefónica fija garantizaba la ubicación electoral del entrevistado. Internet no ofrece esa garantía.
Ahora bien, en México las encuestadoras de derecha, como Mitofsky, pretenden venderle al público que son confiables. No lo son. Y la mejor manera de demostrarlo es con las encuestas de Rasmussen, que es la única encuesta que de manera consistente muestra a Trump con 48% a 52% de aprobación, cuando el resto de las encuestas muestran una aprobación de menos de 45% y una desaprobación consistente de más de 50%.
Tan es así que precisamente por eso los Republicanos perdieron la elección intermedia de 2018 y ahora Trump está a punto de perder la elección presidencial.
Todo esto viene al caso para señalar que las encuestas sólo tan confiables como su metodología. Y en el caso de las encuestas de derecha, como Rasmussen o Mitofsky, esa metodología simple y sencillamente no es confiable.
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