Como ya está todo el mundo otra vez en la histeria por una de las flatulencias de Donald Trump en Twitter, esta vez por su pretensión de declarar como terroristas a los cárteles mexicanos, va un poco de información para que no les vean la cara. Porque la realidad es que la designación de terrorismo en realidad es de chocolate y, en una de esas, Trump va a terminar echándose para atrás.
Mire usted:
Para empezar, Trump nisiquiera sabe cómo funciona la ley de su propio país contra organizaciones terroristas internacionales. Si lo supiera, se hubiera dado cuenta de que no está tan fácil declarar a una organización extranjera como terrorista. Y en el caso de los cárteles mexicanos se va a echar encima a la industria de las armas de Estados Unidos.
La ley en Estados Unidos contra organizaciones terroristas internacionales se hizo en 1965 principalmente contra organizaciones marxistas militantes. Hoy en día se usa principalmente contra grupos islámicos.
¿Por qué? Porque esas son organizaciones identificables. Los cárteles mexicanos no son identificables como tales ni tienen manifiestos, ni una ideología específica, como sí la tienen los grupos islámicos.
Además, la ley estadounidense está diseñada para bloquear dinero y armas a esos grupos. Pero como los cárteles usan efectivo y lavado, difícilmente podrían frenarles el flujo de dinero.
Con las armas está peor, ya que si Trump de verdad lograra que los cárteles sean designados como terroristas, cualquier persona que les venda armas será tachado de terrorista. Si eso pasa, la industria de las armas va a brincar, ya que 7 de cada 10 armas que usa el narco vienen de Estados Unidos.
Sobra decir que Trump no se va a arriesgar a echarse encima a la industria de las armas en año electoral.
Ahora bien, para que de verdad se designe como terroristas a los cárteles mexicanos tienen que pasar varias cosas primero:
1. Identificar al grupo al que se va a designar como terrorista. No se puede símplemente decir "los cárteles mexicanos". Se tiene que identificar a grupos específicos.
2. Demostrar que al grupo identificado le aplican los critterios de la definición de terrorismo. Y dado que el terrorismo busca imponer acciones a un gobierno por medio del miedo, sería difícil que el gobierno de EU pudiera designar a un cártel como terrorista.
3. Tendrían que estar de acuerdo en la definición el Departamento de Estado, el Procurador General y la Secretaría de Comercio. A lo mejor eso no sería difícil, pero no sería un proceso automático.
4. La designación podría ser frenada en una corte. Por ejemplo; si una persona es señalada como narco, y esa persona antepone una demanda para frenar el señalamiento, la designación va a juicio, donde podrían pasar meses para que se destrabe.
Si Trump lograra pasar por todo ese trámite, entonces vienen las cuestiones legales, ya que las empresas e indivíduos en Estados Unidos están impedidos por ley para hacer comercio o vender armas a grupos terroristas.
¡pero 7 de cada 10 armas que usa el narco vienen de Estados Unidos! El narco en México es un negociazo para la industria de las armas en Estados Unidos y difícilmente lo van a querer dejar ir.
Vaya, el congreso de Estados Unidos no ha querido frenar el tráfico de armas a México precisamente por miedo a la industria de las armas. Si Trump hace eso, se echa encima a uno de sus principales patrocinadores políticos.
¿Cómo sabemos que Trump no se va a meter con la industria de las armas? Porque recientemente pretendió prohibir los cigarros electrónicos pero luego se echó para atrás cuando le dijeron que si los prohibe se echaría encima a gente que votaría por él en 2020.
Si no se mete con los cigarros electrónicos con tal de no perder votos, menos con la industria de las armas.
Así que relax. No va a pasar nada. Trump es un hocicón que ni conoce la ley ni mide las consecuencias de lo que dice. En unos meses, cuando empiecen en forma las campañas electorales, se va a echar para atrás. O se va a hacer tarugo y no va a tocar el tema para no tener que hacer nada al respecto.
Claro, no dudo que los medios en México, y los conspiranóicos en la izquierda, van a ver a las flatulencias de Trump como señal del apocalipsis y, como de costumbre, se van a poner histéricos.
Como dije: relax; no pasa nada. Perro no come perro y entre bueyes no hay cornadas.
Y si de verdad se declarara a los cárteles mexicanos terroristas, entonces lo único que pasaría es esto:
1. Empresas americanas no podrían hacer comericio con los cárteles.
2. Bancos americanos tendrían que congelar cuentas del narco pero sólo en caso de que supieran que son cuentas del narco (y curiosamente nunca saben).
3. Quedaría prohibido venderle armas al narco.
Y ya. No pasaría nada más. Estados Unidos no invadiría a México, ni daría golpe de estado, ni pasaría nada de las jaladas con las que siempre salen en la izquierda conspiranóica.
Así que repito: relax. Esto no pasa de ser una flatulencia de Trump sin mayor trascendencia.
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