Cuando Andrés Manuel López Obrador sugirió hace unos días la idea de que le podrían dar un golpe de Estado me pareció un distractor para tapar el desastre que han causado Alfonso Durazo y Olga Sánchez Cordero.
Pero después de ver lo que pasó en Bolivia, y ver cómo la derecha mexicana aplaudió el golpe de Estado militar a Evo Morales, considero que ahora sí es real el riesgo y que el Presidente López Obrador debe tomar medidas para evitar un golpe de Estado militar en México.
Las medidas que debe tomar AMLO son las siguietes:
1. Detectar y remover de su cargo inmediatamente a cualquier elemento del ejército mexicano, particularmente en los altos mandos, que pudiera estar dispuesto a dar un golpe de Estado.
2. Lo mismo con la Policía Federal y Guardia Nacional.
Y ya. En México la derecha es insignificante, y mientras no tenga al ejército no puede hacer nada.
Lo que el Presidente NO debe hacer, y que la izquierda mexicana ya está empezando a sugerir que haga, es esto:
1. Arrestar a dirigentes de derecha.
2. Arrestar a empresarios.
3. Callar protestas en su contra.
En todo caso, AMLO debería recortar aún más la publicidad oficial para que los medios de derecha no estén en posibilidad de usar dinero público para promover un golpe de Estado en su contra. Pero hasta ahí. Nada de censura.
Porque si algo muestra la historia de México es que los golpes de Estado sólo ocurren con elementos del ejército que están dispuestos a prestarse para eso.
Pero sin en el ejército, la derecha puede seguir ladrando, pujando, mujiendo y haciendo berrinche y pataleta toooodo lo que quiera, ya que nadie los va a pelar.
En otras palabras, AMLO debe seguir siendo tolerante de los berrinches de la derecha, pero no debe ser ingénuo.
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