Si hay algo que hace falta en México son maestros de educación básica. Actualmente un maestro tiene que atender a grupos de 30 estudiantes o más. El resultado es que simple y sencillamente no les puede dar suficiente atención a todos.
Si a eso le sumamos que muchos estudiantes tienen problemas en casa por cuestiones de pobreza, machismo, violencia, adicciones, etc, simple y sencillamente no hay maestro que pueda con esa carga.
Pero a los derechangos no les gustó la idea de que a los normalistas se les de plaza automática de maestros a pesar de que claramente se necesitan más maestros.
Ahora bien, comparemos la situación en las aulas en México con la situación en las aulas en Finlandia, donde tienen uno de los mejores sistemas educativos del mundo.
El tamaño promedio de los grupos en las escuelas en Finlandia es de 19 estudiantes. Y eso fue una conquista laboral del sindicato de maestros en Finlandia. Nadie se quejó.
Comparemos ahora en México. En 2015, con reforma educativa PRIANista ya en vigor, el tamaño promedio de los grupos en las ecuelas es de 30 estudiantes o más. De hecho, ese año la OCDE ubicó a México como uno de los países líderes en aulas con sobrecupo.
Se pone peor: el promedio de estudiantes en las escuelas de la OCDE es de 15 estudiantes. México, por lo tanto, tiene el doble de estudiantes, o un sobrecupo de 100%. Y los maestros mexicanos ganan significativamente menos que en países como Estados Unidos.
Eso quiere decir que México necesita tres cosas:
1. Reducir la cantidad de alumnos por maestro.
2. Construir más aulas para poder atender a grupos más pequeños.
3. Contratar a más maestros para atender a grupos más pequeños.
Y lo mismo pasa con las escuelas privadas. No es una problema que afecte sólo a las escuelas públicas.
En sí, eso debería ser suficiente para que se aplaudiera la plaza automática para maestros. Es algo que México necesita urgentemente simplemente para estar al mismo nivel que el promedio de la OCDE.
¿Por qué se quejan entonces en la derecha? Pues porque el modelo que quieren en la derecha es el de la obediencia. Pretenden que los estudiantes sean obedientes y que sigan órdenes, no que aprendan.
Si en la derecha de verdad quisieran que los estudiantes aprendieran, entonces estarían promoviendo la reducción del tamaño de los grupos en las escuelas para que los maestros les pudieran dar más atención a los estudiantes. Pero no: lo que quieren es impedir que los maestros de verdad puedan hacer que los maestros logren que los estudiantes aprendan.
Y claro; quieren poder tener la manera de controlar a los maestros amenazándolos con el despido.
Por supuesto, también temen que si la educación en México mejora, entonces en la derecha ya no podrán hacer negocio con con la educación.
Que se vayan la carajo. Lo que le corresponde al Estado es dar educación pública de calidad. Y eso sólo se logrará con más maestros.
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