Con esto de que a cualquier chango le dan la medalla Belisario Domínguez (en años recientes a empresarios de la peor calaña, o a Carlos Castillo Peraza), vale la pena señalar por qué Eugenio Garza Sada NO se merece la medalla Belisario Domínguez y por qué, como de costumbre, Lilly Téllez, senadora por ser pareja de Alfonso Durazo, muestra su infinita ignorancia y pendejez.
Empecemos por el señalar quién fue Belisario Domínguez y por qué es famoso:
Belisario Domínguez fue un senador por el estado de Chiapas que se opuso a la usurpación de Victoriano Huerta luego del asesinato de Francisco I. Madero.
Domínguez fue famoso porque en 1913 dio dos discursos en los cuales criticó a Huerta en el pleno del Senado.
Unos días después, el 7 de octubre, Huerta ordenó que lo secuestraran y asesinaran en el panteón de Xoco, en lo que en ese entonces era parte de Coyoacán.
Los asesinos de Domíguez le cortaron la lengua y se la llevaron a manera de trofeo a Victoriano Huerta.
¿Qué fue lo que dijo Belisario Domínguez que encabronó tanto a Huerta? Pues el primero de sus discursos, pronunciado el 23 de septiembre de 1913 ante el pleno del Senado, incluye el siguiente pasaje:
"La paz se hará cueste lo que cueste", ha dicho don Victoriano Huerta. ¿Habéis profundizado, señores senadores, lo que significan esas palabras en el criterio egoísta y feroz de don Victoriano Huerta? Estas palabras significan que don Victoriano Huerta está dispuesto a derramar toda la sangre mexicana, a cubrir de cadáveres todo el territorio nacional, a convertir en una inmensa ruina toda la extensión de nuestra patria, con tal de que él no abandone la presidencia, ni derrame una sola gota de su propia sangre. En su loco afán de conservar la presidencia, don Victoriano Huerta está cometiendo otra infamia; está provocando con el pueblo de Estados Unidos de América un conflicto internacional en el que, si llegara a resolverse por las armas, irían estoicamente a dar y a encontrar la muerte todos los mexicanos sobrevivientes a las amenazas de don Victoriano Huerta, todos, menos don Victoriano Huerta, ni don Aureliano Blanquet, porque esos desgraciados están manchados con el estigma de la traición, y el pueblo y el ejército los repudiarían, llegado el caso.
El discurso acaba con el siguiente párrafo:
NOTA.- Urge que el pueblo mexicano conozca este discurso para que apoye a la Representación Nacional, y no pudiendo disponer de ninguna imprenta recomiendo a todo el que lo lea, saque cinco o más copias, insertando también esta nota y las distribuya entre sus amigos y conocidos de la capital y de los Estados."
En otras palabras, Belisario Domínguez fue el primer político en pedir retuit.
Los discursos de Belisario Domínguez son vistos históricamente como ejemplos del ejercicio y defensa de la libertad de expresión ante un mal gobierno. Se le pretende atribuir también que su intervención fue decisiva para que tropas de Estados Unidos no tuvieran permiso para desembarcar en el puerto de Veracruz, pero en realidad Domínguez no logró eso. Tropas de Estados Unidos no sólo sí desembarcaron en Veracruz con el pretexto de derrocar a Huerta, sino que tomaron el puerto durante meses sin que nadie los sacara.
Por consiguiente, el verdadermo mérito histórico de Belisario Domínguez fue el ejercicio y defensa de la libertad de expresión contra el mal gobierno.
Siendo el caso, la medalla Belisario Domínguez SÓLO se debería dar a opositores a los malos gobiernos que ejercieron la libertad de expresión como herramienta para oponerse.
Por lo cual, ni Eugenio Garza Sada, ni Alberto Bailleres, ni ningún otro empresario merecen la Belisario Domínguez, ya que todos ellos fueron parte del régimen de derecha que le hizo un profundo daño a México.
Quienes sí merecen con todas las de la ley la medalla Belisario Domínguez son los siguientes personajes, ya que no sólo se opusieron a los malos gobiernos, sino que tuvieron que sufrir represalias DEL GOBIERNO por hacerlo, son:
1. Rius
2. Carmen Aristegui
3. José Gutiérrez Vivó
4. Manuel Buendía
5. Héctor Félix Miranda
6. Carlos Monsiváis
Y con eso ya tienen para todo el sexenio.
Todos ellos llenan el perfil de haberse expresado contra lo que hizo mal el gobierno y todos sufrieron represalias por hacerlo, desde despidos (Aristegui, Gutiérrez Vivó) hasta cárcel (Monsiváis) e intentos de asesinato (Rius), o de plano asesinato (Buendía, Félix).
La Belisario Domínguez NO debería otorgarse, como hace ahora el Senado, a cualquier pendejo quesque por gran servicio a la nación. Eso no tiene nada que ver con Belisario Domínguez. Si de verdad quieren hacer homenaje a la memoria de Belisario Domínguez, entonces los senadores deben darle la medalla Belisario Domínguez sólo a quienes se hayan opuesto al mal gobierno y lo hayan expresado en público como ejercicio de libre manifestación de ideas.
Así que insisto: Ni Eugenio Garza Sada ni ningún empresario de derecha se merece la Belisario Domínguez, ya que son parte de la misma podredumbre que sostuvo a los malos gobiernos durante décadas. Si le van a dar la medalla Belisario Domínguez a alguien, ahí está la lista.
Y claro; una vez más queda en evidencia la ignorancia y pendejez de Lilly Téllez, quien nunca debió ser senadora. Mucho menos por Morena. ¿Qué mamadas son esas? ¿Nadamás por ser pareja de Alfonso Durazo? Ese cabrón ni en el gobierno debería estar. No me jodan.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario