El titular de SEMOVI de la Ciudad de México, Andrés Lajous, maquilló las cifras sobre las llamadas "fotcívicas" para que pareciera que funcionan, cuando en realidad no funcionan.
El pasado viernes 6 de septiembre, Lajous presentó las siguientes cifras de las fotocívicas:
Ocurrieron 147 mil infracciones de tránsito en total.
De esas, 111,706 corresponden a cámaras y radares. Es decir, 75.99%
(Paréntesis: Lo cual demostraría que las fotomultas son 3 veces más eficaces que las multas convencionales. O que la policía permite que la gente viole el reglamento de tránsito.)
Pero donde empieza el maquillaje a las cifras de Lajous es aquí: de las casi 112 mil infracciones, sólo 1,009 hicieron algún curso para que les quitaran los puntos a su placa. Es decir, sólo 0.9% de los infractores hicieron escuela de manejo.
O en otras palabras, la abrumadora mayoría de los que violaron el reglamento de tránsito no tuvieron sanción alguna. Nisiquiera el 1% fue sancionado.
El segundo maquillaje a las cifras de Lajous es este: alega que se redujo 31% los incidentes de tránsito en donde hubo cámaras y radares. Pero hay un problema con ese número: lo tomaron de ubicaciones distintas a las que tenían antes las cámaras de fotomultas.
Para que el número fuera válido, se tendría que demostrar que 31% de los infractores fueron sancionados y, por ende, no reincidieron en su conducta ilegal. No es el caso. Como vimos, menos de 1% fueron sancionados.
¿A qué se debe entonces la supuesta reducción de infracciones de 31%? Pues a reducciones en el tráfico en la zona de fotomultas.
Por ejemplo: dos de las vialidades con la mayor cantidad de infracciones son Paseo de la Reforma y Fray Servando Teresa de Mier. Reforma tiene cortes viales cada domingo y cada vez que hay marchas. Fray Servando puede tener cortes viales por manifestaciones. Y si se reduce el flujo vial, obviamente habrá reducciones en las infracciones.
Por otro lado, Lajous presentó las cifras como si se pudieran comparar con las fotomultas en la administración anterior. Pero eso no es posible debido a que, como ya señalamos, las "fotocívicas" están en lugares distintos y compararlas con las fotomultas anteriores equivale a comparar peras con manzanas.
Para que se pudieran comparar las fotocívicas con las fotomultas, las fotocívicas tendrían que ponerse en los mismos puntos que las fotomultas. No fue así.
Lo que muestran realmente los números que presentó Lajous es que las fotocívicas no funcionan. Menos de 1% de los infractores son sancionados. Y nisiquiera sabemos si los que tomaron los cursos de manejo son realmente quienes cometieron la infracción o alguien que lo hizo por los infractores.
Peor: si de verdad hubo casi 112 mil infracciones, y se hubieran aplicado sanciones económicas, la incidencia se hubiera reducido más de 31% y se hubiera recaudado millones de pesos que sí le hacen falta a la Ciudad de México. Por ejemplo, para mejorar el transporte público.
Un dato que no menciona el reporte de Lajous, por cierto, y que debería cuestionarse, es cuánta gente disputó las fotografías para multarlos. Cuando las sanciones eran económicas, mucha gente pretendió alegar que le tomaron una foto por error. ¿Ahora magicamente ya nadie se queja? Una de dos entonces; o ya no hay un sólo error en las multas --lo cual simple y sencillamente no es creible-- o a los infraccionados les vale madre si les aplican una fotomulta.
Y si les vale madre, entonces van a reincidir.
Pero lo más grave de esto es que el gobierno de Claudia Sheinbaum hizo un panchazo alegando que el gobierno de Mancera maquillaba cifras del delito. Bueno, pues lo que está haciendo Lajous técnicamente también es maqullar cifras del delito, ya que Lajous presenta cuentas alegres que pretenden pintar una imagen de gran éxito de las fotocívicas cuando en realidad ni el 1% de los infractores son sancionados.
Lo que resulta extraño es que Claudia Sheinbaum, una doctora en física, esté conforme con estos números. Porque una de dos: o no los entiende y se deja pastorear por Lajous, o sí los entiende y sabe lo graves que son, pero los presenta como algo que no son esperando que sea el público el que no los entienda.
Ahora bien, ¿cómo se puede determinar si de verdad hubo algún impacto tras la aplicación de las fotocívicas? Sencillo; preguntando vía transparencia no cuántas infracciones se aplicaron, sino cuántos accidentes hubo. No es lo mismo "incidente" que "accidente." Un incidente puede ser el ser captado por una cámara. Un accidente puede ser un choque. Si bajaron los incidentes, puede significar que o la cámara no estaba operando, o que la gente ya aprendió a esquivar la cámara. Si bajaron los accidentes quiere decir que el programa sí funcionó. Pero si NO bajaron los accidentes, entonces quiere decir que las fotocívicas son una farsa y Lajous es responsable.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario