El pasado viernes 9 de agosto un fulano le disparó con una pistola a una mujer (supuestamente su pareja) y al dueño de un bar en Copilco. Luego huyó y se perdió en el metro.
Con lo cual quedó nuevamente demostrado que el programa de desarme voluntario del gobierno de Claudia Sheinbaum no funciona.
Mire usted:
El fulano en cuestión llevaba un arma, lo cual es ilegal. No a cualquiera le dan un permiso para portar armas en México.
Obviamente el fulano jamás fue a entregar su arma a cambio de dinero. Porque resulta que el fulano no sólo llevaba una pistola, sino también un arma blanca. Lo cual significa que al fulano simple y sencillamente le gusta ir armado.
Y lo cual nuevamente demuestra lo que hemos dicho en este blog hasta el cansancio. La única manera de reducir la violencia no sólo en la Ciudad de México, sino en todo el país, es investigando de oficio el origen de las armas de fuego usadas en por delincuentes y frenando el tráfico de armas en la frontera.
No hay más. Sin flujo ilegal de armas el fulano que le disparó a dos personas en Copilco no hubiera tenido una pistola con la cual dispararle a nadie.
Y no es difícil hacerlo. No lo hacen en la Ciudad de México porque entonces tendrían que poner de verdada a trabar a la Procuraduría General de Justcia. Y como ha quedado abundantemente claro, la procuradora Ernestina Godoy es incompetente y nunca debieron haberle dado ese cargo. Pero se lo dieron como pago político.
Lo cual es lamentable, ya que mientras sigan creyendo en el gobierno de Claudia Sheinbaum que el desarme voluntario funciona, y no investiguen el origen del flujo de armas, la violencia en la Ciudad de México seguirá igual.
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