Esta semana Andrés Manuel López Obrador atacó a la revista Proceso diciendo a uno de sus reporteros que la revista "no se ha portado bien" con su administración (como lo hiciera Javier Duarte con la prensa en Veracruz) y que "es muy fácil" decir que son independientes.
Raro. AMLO usó a la revista Proceso para atacar a Ricardo Anaya durante uno de los debates presidenciales en 2018. ¿Entonces no le paracía que era muy fácil para Proceso ser independiente?
Pero al margen de la incongruencia de AMLO con Proceso (y con Reforma, ya que en 2018 presumió las encuestas de Reforma cuando le convino), el Presidente simple y sencillamente NO puede atacar a NINGÚN medio.
Por esto:
Porque AMLO no es un individuo como todos. Es el primer representante del Estado. Por consiguiente, el poder que tiene AMLO es mucho mayor, pero realmente por MUCHO, que el poder que pudiera tener cualquier medio de información. Particularmente un medio como Proceso, que ni de chiste se podría comparar, en términos económicos, con medios multimillonarios como Televisa o TV Azteca, hoy favoritos de AMLO para darles contratos y chayo.
Digo esto porque a López Obrador se le ha ocurrido decir que él tiene derecho a defenderse y a defender su proyecto.
NO. No tiene ese derecho.
No lo tiene porque ni es miembro de la oposición, ni es candidato, ni es una persona como cualquier otra. Es EL PRESIDENTE. Como tal, AMLO representa al poder del Estado. Y el poder del Estado es mucho mayor que el de una revista como Proceso, que ha estado bajo ataque del Estado desde su fundación.
Por otro lado, la mejor defensa que AMLO podría hacer de su proyecto no es atacando a los medios, sino dando resultados. Un gobierno que da resultados no tiene que andar dando explicaciones ni atacando a la prensa.
"¡Es que AMLO de lo que se queja es de que los medios se metan con su hijo por balconear que vaya a un campamento fifí de 80 mil pesos!" dicen los aplaudidores de AMLO. Pero al hacer eso dejan peor parado al Peje. Por esto:
No tiene nada de malo que AMLO gaste su dinero como lo quiera gastar. Mientras no sea dinero público, muy su asunto. Eso no era criticable. Pero un día AMLO se puso a decir que la gente pobre no debería aspirar a acumular riquezas ni a tener bienes materiales. Al hacer eso, AMLO renunció al derecho a gastar su dinero en lujos.
¿Por qué? Porque se predica con el ejemplo. Y si el Presidente pretende que los pobres no aspiren a tener la riqueza que él sí tiene --inclusive gastando su propio dinero--, entonces él mismo no puede estar haciendo gastos onerosos.
Pero los hace. Y en sí no tiene nada de malo que haga con su propio dinero un papalote. Pero el problema es al pretender que los demás no tengan riquezas él mismo cae en calidad de incongruente al gastar de manera onerosa.
Más fácil hubiera sido decirle a la gente pobre que si quieren tener riqueza y bienes materiales deben buscar educación y maneras de superarse económicamente; y que está trabajando para que todos tengan esas oportunidades de educación, empleo e ingreso digno. Pero no; se fue por lo fácil creyendo que así iba a impedir que gente pobre ingresara a las filas de la delincuencia. Simple y sencillamente fue una muy mala estrategia de AMLO el tratar de reducir la delincuencia pidiendo austeridad en los bueyes de su compadre.
Ah, y de pilón, AMLO saló con que los buenos periodistas ya se sumaron a la 4T. No. Eso no es ser buen periodista. El periodismo que toma partido con el poder no es periodismo; es lambisconería. Y el gobierno que sólo quiere aplaudidores y lambiscones no es un gobierno exitoso, sino un gobierno débil.
PD: Jesús Ramírez Cuevas, principal lambiscón de AMLO, se puso de mosquita muerta a quejarse contra el reciente ataque a Lydia Cacho. Pero de Proceso no dijo ni pío. Jenaro Villamil, otro matraquero por amor al hueso de la 4T, dijo ayer que Proceso siempre será indispensable, pero ni por error condenó los ataques de AMLO contra el semanario. ¿De qué se trata la 4T entonces? ¿De cantarle loas al Presidente y solaparle sus burradas, o de cambiar lo que está mal, como los ataques del poder a los medios de comunicación?
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