El domingo 27 de mayo de 2019 circuló en redes sociales un video de habitantes de La Huacana, Michoacán, empujando y desarmando a efectivos del ejército mexicano. De acuerdo con reportes de prensa, los habitantes retuvieron a los militares, les quitaron sus armas, y ofrecieron liberarlos... a cambio de más armas.
Dice al respecto la nota de MVS:
Los inconformes exigieron a mandos castrenses el regreso de un arsenal que fue decomisado, al parecer por la mañana y por otra partida militar, destacando un rifle tipo Barret. Autoridades militares dialogaron con los civiles y lograron su liberación, aunque se desconoce si también recuperaron el armamento. Cabe mencionar que, como parte de este hecho, La Huacana registró dos bloqueos con autobuses y camiones, los cuales fueron desactivados por militares.
En la prensa y en la opinión pública la nota fue que la gente retuviera a los militares, así como la respuesta del gobierno de Andrés Manuel López Obrador de responder con diálogo y no con violencia. Pero lo verdaderamente importante del incidente no era eso, sino el hecho de que ocurrió en respuesta a un decomiso de armas.
Es decir, la verdadera nota era la demanda por armamento en una zona controlada por el narcotráfico.
Varias veces hemos señalado que lo que de verdad está incrementando la violencia en México no es la pobreza, sino las armas. Pobreza ya había desde antes. Pero es sólo hasta después de que se incrementó el tráfico de armas de Estados Unidos a México que la violencia se desbordó.
Y el caso de La Huacana lo demuestra. Con tal de no quedarse sin armas, la gente de un territorio controlado por el narco retuvo a militares. El narco paga entre 3 y 5 veces más por armas de Estados Unidos que lo que cuestan en las tiendas. La demanda de armas es muy alta, pero ningún gobierno, ni del PAN, ni del PRI, ni de Morena, ha hecho algo para frenar el tráfico de armas de Estados Unidos a México.
Esta es la evidencia de que la única manera de frenar la violencia en México en el corto plazo es frenando la entrada de armas a México en sus dos fronteras y en sus puertos. Si no pasan más armas o munición por la frontera o por los puertos, el crimen organizado simple y sencillamente no tendrá manera de operar y los casos de homicidios, balaceras, etc, se reducirán de manera drástica.
Quien puede implementar el freno al tráfico de armas a México es el Canciller Marcelo Ebrard, ordenando al Instituto Nacional de Migración que revise con perros entrenados para detectar armas a todos los vehículos que entren al país desde Estados Unidos. Claro, en coordinación con la SEDENA, Marina y Guardia Nacional.
Si el flujo de armas y munición a México se frena desde la frontera con Estados Unidos, el crimen organizado dejará de tener los insumos que necesita para operar y, por consiguiente, la violencia se reducirá de manera drástica.
Sí; intentarán traficar armas desde la frontera con Guatemala, o desde los puertos. Pero eso se soluciona implementando operativos similares.
Estados Unidos no va a levantr un dedo para frenar el tráfico de armas a México mientras Donald Trump esté en el poder. Pero con una buena estrategia, Marcelo Ebrard sí puede frenar el tráfico de armas a México desde la raíz. Si eso ocurre, la violencia en México se reduciría en cuestión de meses, y el proyecto de Andrés Manuel López Obrador llegará a 2021 con excelentes posibilidades de mantener o aumentar su mayoría en el Congreso. Y claro, de ganar la presidencia nuevamente en 2024.
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