De acuerdo con cifras del gobierno de la Ciudad de México, en la marcha fifí de ayer participaron alrededor de 15 mil personas. La cifra es pequeña si la comparamos con las marchas de la derecha de 2008 y del sexenio de Fox. Desde luego no se mide ni por asomo con los contingentes de las marchas que ha encabezado Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo, comparada con las dos últimas marchas derechistas contra AMLO, sí hubo un incremento notable en la participación. La primer marcha fifí de noviembre pasado tuvo un contingente de unas 5 mil personas, mientras que la marcha anterior tuvo un contingente de unas mil 600 personas.
¿De dónde salieron 10 mil participantes nuevos para la marcha fifí? En la respuesta a esa pregunta es donde AMLO realmente debe preocuparse. Mire usted:
UNA MARCHA DE RUCOS
Para empezar hay que señalar que esta marcha se caracterizó por una casi nula participación de jóvenes. La abrumadora mayoría de los particiantes fueron hombres y mujeres principalmente de alto ingreso y claramente de más de 45 años de edad. Uno que otro rondaba los 30 años de edad y en rarísimas ocaciones se veía gente de menos de 30 años.
Esto es un problema serio para la derecha, ya que no lograron convencer a los jóvenes, estadísticamente su electorado disminuirá en los próximos 6 años, mientras que el electorado de izquierda, al ser más joven, aumentará.
Así que por ese lado AMLO no tiene nada de qué preocuparse. Mientras la derecha no convenza a los jóvenes, sus números se mantienen a la baja o, en el mejor de los casos, estancados.
UNA MARCHA DE RACISTAS Y XENÓFOBOS
Algo que fue muy notorio en la marcha fifí fue que varios de los participantes exhibieron su racismo, clasismo y xenofobia, cargando pancartas y mantas en contra de los migrantes centroamericanos, acusando a trabajadores de construcción de tener cerebro pequeño, y cosas por el estilo. Eso va a impedir que mucha gente se quiera asociar con las marchas fifís.
UNA MARCHA CON BURÓCRATAS
Pero donde sí hay un problema muy serio para AMLO en la marcha fifí es en el hecho de que esta vez participaron burócratas que fueron despedidos o han sido tratados mal por el gobierno de López Obrador.
Sí; se corrió una campaña en Facebook ofreciendo 100 pesos por ir a la marcha, pero ningún acarreado profesional va por 100 pesos. El PRI y el PAN siempre pagaban más de eso. Eso sugiere el incremento de 200% en la asistencia a la marcha tuvo que ser por lo menos en parte debido a la participación de burócratas de nivel "no-machuchón" que con justa razón le reclaman a AMLO el trato que les ha dado.
Una de las lonas de la marcha, por ejemplo, era de trabajadores de ProMéxico, fideicomiso del gobierno federal que promueve a la inversión y el comercio en México. Esos trabajadores no se quejaban de haber perdido un hueso. Se quejaban de que el gobierno de AMLO no respetó sus derechos laborales.
La realidad es que los despidos de burócratas de AMLO han sido un grave error. Si lo que AMLO buscaba era más dinero para programas sociales debió haber hecho lo que proponen los socialistas Bernie Sanders y Alexandria Ocasio-Cortez en Estados Unidos: cobrarle más impuestos a quienes ganen más de 10 millones de dólares al año.
Pero en vez de hacer eso, AMLO se fue contra gente que gana relativamente poco dinero.
Y esa es la gente que va a incrementar los contingentes de las marchas fifí que se sigan haciendo.
Lo cual realmente puede poner en problemas a AMLO en 2021, ya que sin esos votos perderá el control de la cámara de diputados, alcaldías, y en una de esas gubernaturas.
La buena noticia es que aún se puede reparar el error. Lo único que tiene que hacer AMLO es frenar el despido de burócratas, reparar el daño que les hizo a los que ya despidió, no seguir poniendo contra la pared a los que aún tienen empleo, y, si realmente quiere más presupuesto, ELIMINAR TODO EL GASTO DE PUBLICIDAD OFICIAL y cobrarle más impuestos a los que tienen millones de dólares escondidos en cuentas offshore.
O bien, puede AMLO no hacer eso y terminar con un problema político que le permitirá a la derecha volver a encaramarse en el poder.
Esa decisión será la que defina si la presidencia de AMLO será un éxito o un fracaso.
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