Desde el principio me opuse a que Germán Martínez estuviera en la campaña de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia. Me opuse también a que lo hicieran senador pluri. Y también me opuse a que fuera director del IMSS.
Por lo cual me pareció bien que Germán Martínez renunciara a la dirección del IMSS. Para mi eso no es problema.
Lo que sí es problema, y grave, es la razón por la cual Germán Martínez renunció al IMSS.
Mire usted:
En su carta de renuncia, Martínez dice:
Mientras se discute la remodelación del IMSS, muchos trabajadores siguen sin certeza laboral, otros sin contrato, algunas vacantes aumentan, el rezago en infraestructura es brutal, -en 2019 prácticamente está en 0% el avance de obras y el pago a proveedores-, los contratos y convenios de servicios se rezagan, y algunos están por vencerse sin horizontes de legalidad y eficiencia, las compras de equipamiento paradas, las reclamaciones y litigios aumentan; y si bien el abasto de medicamentos está garantizado, es precario y en algunos lugares pende de un hilo. De tales omisiones se ha dado aviso a las autoridades correspondientes, porque este Consejo Técnico y el Director General, serán responsables - dice el artículo 276 de la Ley del Seguro Social – de que el Instituto cumpla con lo aprobado por el Congreso de la Unión.
Cualquiera que se asome al debate sobre salud en Europa o vea lo que hizo el gobierno federal anterior, verificará que los funcionarios conservadores, neoliberales, controlan el gasto en servicios de salud pública, mientras que los gobiernos progresistas inspirados por la justicia, buscan ampliar cobertura y calidad inyectando más presupuesto.
Ese control del gasto tiene dos consecuencias fatales: una directa para el IMSS: pasillos de espera llenos de personas adoloridas y mal trato o retraso en la atención a pacientes; y un segundo efecto indirecto todavía peor: el fortalecimiento de los servicios de salud privados, que ocasionará mayor “gasto de bolsillo” de las familias cuando sus seres queridos tengan un padecimiento.
Ahorrar y controlar en exceso el gasto en salud es inhumano. Ese control llega a escatimar los recursos para los mexicanos más pobres.
De lo que se está quejando Germán Martínez es de los recortes al IMSS.
Y sí, aquí el responsable es Carlos Urzúa, Secretario de Hacienda, ya que es él quien está quitándole presupuesto a todo el gobierno para dárselo a los programas sociales de AMLO.
Y si bien los programas sociales de AMLO deben implementarse, no es correcto quitarle presupuesto al IMSS para ese propósito. De nada le va a servir a la gente que le den dos mil pesos al mes si no se van a poder atender en el Seguro Social ante una condición médica severa.
"No, no es culpa de Urzúa, sino de AMLO por darle la orden," dicen en redes. Pues no. Es culpa de Urzúa porque igual puede negarse y renunciar ante una decisión mal tomada de AMLO. Que es precisamente lo que está haciendo Germán Martínez.
Al margen de quién es responsable de esta situación, la realidad es que los recortes a destajo de AMLO están causando todo tipo de problemas, desde desempleo hasta desabasto en el IMSS.
Peor; AMLO se niega a hacer lo que había prometido en campaña en 2006 y 2012: eliminar los privilegios fiscales que le permiten a las grandes empresas no pagar impuestos, incluyendo la consolidación fiscal, hoy disfrazada para taparle el ojo al macho. Hasta la hoy secretaria del trabajo de AMLO, Luisa Alcalde, hizo un video quejándose de la consolidación fiscal hace un sexenio.
Pero hasta el momento AMLO no toca a las grandes empresas. Sólo al gobierno.
Sí, estuvo bien que se recortaran los presupuestos para camionetas, viajes, celulares, etc, para los altos funcionarios. Pero los recortes debieron haber parado ahí. No debieron haber afectado a los burócratas de menor nivel ni mucho menos debieron haber afectado al IMSS, que es realmente una de las instituciones vitales para muchísimos mexicanos.
Y sí; tal y como predice Germán Martínez, el deterioro del IMSS lo que generará es el crecimiento del sistema privaado de salud. Quitarle al IMSS para darle mil pesos al mes a algunos mexicanos no justifica que TODOS los mexicanos que tienen IMSS ahora tengan que gastar esos mil pesos al mes para una consulta en un consultorio privado.
Más lamentable aún es la respuesta de AMLO a la renuncia de Germán Martínez. Afirmó que no comparte la postura de Martínez. ¿En base a qué no comparte lo que le están diciendo? ¿No está entendiendo que el IMSS se está quedando sin recursos por los recortes de Hacienda? ¿No comparte que quitarle al IMSS es afectar a los trabajadores de menor ingreso?
Peor: Afirma AMLO que ya sabía que Germán Martínez tenía pleito con Hacienda. Pero que, dijo con otras palabras, le valió gorro. Además de que se hizo el que la virgen le habla con el desabasto en el IMSS.
Y claro, como bien dice Mario Di Costanzo en Twitter, alguien le están mintiendo o dándole información incompleta, maquillada o adulterada al Presidente. Porque de otra manera no se explica que esté tomando decisiones tan lamentables.
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