Claudia Sheinbaum hizo campaña sin presentar propuestas realmente innovadoras --a pesar de que autoproclama a su gobierno como "innovador." En vez de eso, toda su campaña, y ahora en buena medida sus políticas de gobierno, se reducen a una sola cosa: deshacer todo que lo hizo Miguel Ángel Mancera bajo el pretexto de que en el gobierno de Mancera todo era corrupción y abusos.
Lo cual sonaba muy tentador para muchos en el DF. Los gandallas que se pasaban las luces rojas o el límite de velocidad, por ejemplo, brincaron de gusto cuando Claudia Sheinbaum les prometió que quitaría las fotomultas. Hoy se ríen de las "fotocívicas" de Andrés Lajous porque saben que se las van a pasar por los güevos y nisiquiera se van a presentar a hacer trabajo comunitario.
El problema es que también prometió reducir la inseguridad que aumentó con Mancera. Pero hasta la fecha esa reducción simple y sencillamente no existe en términos reales. Dice Sheinbaum que se redujeron los homicidios en el DF, pero los que hay ahora son más estridentes y generan una percepción mucho mayor de inseguridad que antes. Se redujeron los robos de autos, pero Sheinbaum omite hablar de los robos a casa habitación, a transeunte y a comercio.
Y si la cosa no cambia, la gente del DF se va a hartar y va a terminar diciendo lo que dijo con Felipe Calderón: que estábamos mejor con el que estaba antes, dando paso al regreso del PRI al poder.
No comparo a Calderón con Sheinbaum en lo electoral. Ni en lo ideológico. Calderón hizo fraude y Sheinbaum ganó democráticamente. Calderón es de derecha y Sheinbaum es de izquierda. Pero Calderón prometió acabar con la inseguridad y sólo la empeoró. Sheinbaum también prometió reducir la inseguridad y es ahora precismente la inseguridad lo que le está pegando ante la opinión pública.
Y mientras Sheinbaum se sigue haciendo bolas por no querer corregir los errores que está cometiendo, el mancerismo ya fragua aprovecharse de los errores de Sheinbaum para regresar al poder.
Porque resulta que Vanguardia Democrática, la corriente del PRD que apoyaba a Mancera cuando era Jefe de Gobierno, ya está tramitando la creación de su propio partido político local para la Ciudad de México.
Al mismo tiempo, Héctor Serrano, operador de Mancera, ya tiene su propio periódico local en la Ciudad de México que se dedica principalmente a dar a conocer notas sobre inseguridad en la capital. Es decir, a pegarle a Claudia Sheinbaum por donde de verdad le puede causar daño.
¿Qué va a pasar entonces si en 2024 Claudia Sheinbaum no corrige los errores que está cometiendo (ya ven que humildes y qué autocríticos son en Morena)? Pues que el partido de Mancera va a aprovechar para decir "estábamos mejor antes" y así regresar al poder.
Esto podría ser el caso si consideramos lo siguiente:
1. Claudia Sheinbaum no llegó al 50% de la votación en las elecciones de 2018. Tuvo 47%. AMLO tuvo 53% para la presidencia.
2. En alianza con el PAN, el PRD tuvo 31%, cifra que podría aumentar dependiendo de las alianzas que haga el partido de Mancera con el PRI, partido que tuvo poco más de 12% y dependiendo del desencanto de los que votaron por Morena en 2024.
3. Shainbaum no tiene ningún proyecto de programa social o de infraestructura que le pueda aumentar su popularidad, como sí los tuvieron AMLO y Marcelo Ebrard en sus respectivas administraciones. Esto quiere decir que será complicado para Claudia Sheinbaum aumentar su popularidad así como va.
4. La estrategia de comunicación de Claudia Sheinbaum realmente es inadecuada. Sólo promueve imagen, pero hoy en día la imagen ya no convence cuando se antepone a la percepción pública de los resultados.
Así que mientras Claudia Sheinbaum no corrija sus errores y cambie su estrategia, el riesgo al que está exponiendo a la Ciudad de México es a que regrese el mancerismo.
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