La semana pasada nos enteramos de que una diputada local de Tabasco, de nombre Cristina Guzmán Fuentes, tuvo la ocurrencia de proponer una reforma para que no pongan reggaetón en eventos en las escuelas de la entidad y, en vez de eso, mejor pongan bailes folclóricos y traajes regionales.
¿La razón de semejante intento de censura? Que porque, dijo la diputada, “según especialistas, incita a prácticas sexuales a través de sus letras y bailes.”
Lo cual no sólo es censura, sino estupidez y mochería. Mire usted:
Para empezar, esta diputada obviamente no sabe que en la época prehispánica había un género de baile y canto con letras albureras y movimientos sexuales.
Esos bailes, conocidos como los "bailes de cosquilleo", fueron prohibidos por los españoles por considerarlos lascivos. Es decir, que incitaban a prácticas sexuales.
Eso quiere decir que el verdadero folclor mexicano es el albur y el sexo. No los bailes folclóricos autorizados por los conquistadores y demás autoridades mochas y represoras que tuvieron amordazada a la población de lo que hoy en México durante 5 siglos.
En segundo lugar ¿y qué si un baile -el que sea- incita a cojer? ¿Cuál es el problema? En todo caso que le enseñen a los chamacos a usar anticonceptivos y asunto arreglado. Con prohibiciones no van a lograr que no tengan sexo. Al revés. La represión a lo que lleva es precisamente a embarazos no deseados, contagios de enfermedades venéreas, etc. Saberse cuidar lo impide.
Pero estos imbéciles de Morena en vez de darse cuenta de que no estamos en el siglo 16, y que se suponía que la izquierda estaba en contra del panismo yunquista, ahora se comportan como si fueran las damas de la vela perpetua.
Aclarao: no me gusta el reggaetón. Me parece un bodrio de música. Pero no le voy a imponer mis gustos a nadie ni estoy de acuerdo en que se pretenda imponer una preferencia musical desde el poder. Mucho menos por una excusa tan idiota como la mochería que ahora parece estar queriendo imponer Morena.
Peor: al proponer pendejadas como las que proponen en Tabasco, lo único que logra Morena es hacer que los jóvenes no quieran apoyar a Andrés Manuel Lóez Obrador y lo acusen de represor.
Ahora bien, la pregunta que todos deberíamos hacernos es esta: ¿Por qué está Morena en contra del sexo? ¿Cuál es su problema? Pinches mochos.
En vez de estar tratando de impedirle a la gente que disfrute del sexo, los de Morena deberían ser los primeros en acabar con las mocherías ridículos que durante siglos usó la derecha para tratar de tener sometido al pueblo.
Porque si Morena se va a dedicar a lo mismo que se dedicaba el PRIAN, ¿entonces para qué seguir votando por ese partido?
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