El pasado lunes 16 de diciembre Andrés Manuel López Obrador dio a conocer que se elevará el salario mínimo a $102.68 pesos al día, por encima de los 88 pesos por día actuales. Es decir, un incremento de casi 16% al salario mínimo.
Esto le cuadró el ojo a no poca gente, ya que hasta el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, organismo que pagara por spots contra AMLO en 2006, estuvo en el acto en el que se anunció el aumento a los salarios a partir de 2019.
Es un esfuerzo conjunto de varios años para alcanzar la línea mínima del bienestar.
— STPS México (@STPS_mx) 17 de diciembre de 2018
El sector empresarial seguirá impulsado la capacitación del capital humano y de la innovación.@jpcastanon, Pdte. de la @cceoficialmx #SalarioMínimo pic.twitter.com/0HsBXrQb8Y
Sin embargo, esta medida tiene que analizarse con detenimiento ya que si bien beneficiará a quienes ganan menos, no beneficiará a la clase media. Mire usted:
Para empezar, sí; el 50% de los trabajadores en México ganan hasta 2 salarios mínimo de acuerdo con datos del INEGI. Por lo cual, en teoría, 50% de los trabajadores mexicanos se verían beneficiados de inmediato con el aumento de 16% al salario mínimo.
El problema es que de acuerdo con el INEGI, 50% de los trabajadores ganan hasta dos salarios mínimos porque los trabajadores que ganan más de eso han perdido empleos que pagan más. Y es que 7 años antes sólo 43.2% de los trabajadores ganaban hasta 2 salarios mínimos.
Dicho de otro modo, el problema de fondo no es el nivel de los salarios, sino que se perdieron empleos mejor pagados. Y ese problema de fondo no se resuelve con aumentos al salario mínimo.
Más grave aún: 76.4% de los que ganan hasta dos salarios mínimos trabajan en la informalidad, por lo cual será imposible hacer que sus sueldos aumenten inclusive si el gobierno ordena el aumenta los salarios.
Es decir, el aumento al salario mínimo sólo beneficiará al 24% de los trabajadores que ganan hasta 2 salarios mínimos que no están en la informalidad.
La cosa se pone más complicada para la clase media. De acuerdo también con el INEGI, en México sólo 4% de los trabajadores ganan 5 salarios mínimos. Es decir, poco más de 13 mil pesos al mes, ingreso que apenas rebasa al nivel de clase baja alta y apenas entra en la clase media baja.
El detalle es que muchos de esos empleos están también en la informalidad, mientras que otros no son pagados en base a salarios mínimos, sino a tabuladores o a ofertas específicas de contrato. Es decir, no serán modificados con el aumento al salario mínimo.
Sospecho que esa es la razón por la cual los empresarios del CCE no tuvieron problema con el aumento al salario mínimo. Ellos mismos saben que son relativamente pocos los empleos que se basan específicamente en el salario mínimo, mientras que la mayoría se basa en tabuladors y contratos.
Ahora bien, de que el aumento al salario le va a ayudar a mucha gente no hay duda. Pero no lo podemos ver como la solución al problema del poder adquisitivo en México. El problema de fondo, como dije, es:
1. La pérdida de empleos bien pagados.
2. El uso de tabuladores para empleos altamente calificados que pagan realmente poco.
3. La informalidad.
4. La falta de oportunidades laborales para poder hacer crecer a la clase media.
El problema es que para que eso se resuelva se tendría que hacer una reforma laboral de fondo que meta a raya a los empresarios. Porque la verdadera fuga de cerebros en México no es por los sueldos en el gobierno, sino por los pésimos sueldos en el sector privado.
Mientras eso no se resuelva, el aumento al salario mínimo servirá para la foto, pero no para solucionar los verdaderos problemas de desigualdad y falta de poder adquisitivo.
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