Ayer la gasolina Magna rebasó los 20 pesos por litro en la Ciudad de México. Esto a menos de 2 meses de que inicie la administración de Andrés Manuel López Obrador.
Lo cual significa que el gasolinazos se convertirá en el talón de Aquiles de la administración de AMLO. No sólo por la afectación directa del aumento en los precios de la gasolina a la economía de millones de mexicanos, sino mientras más suba la gasolina más difícil será impedir el huachicoleo, la violencia que genera, y la afectación a las finanzas de Pemex.
Lo hemos dicho en esta columna. Una de las principales razones por las cuales millones de votantes abandonaron al PRI y al PAN en 2018 y votaron por Andrés Manuel López Obrador fueron los constantes gasolinazos. También señalamos que el haber puesto el precio de la gasolina visible al público en las gasolineras fue lo que hizo que la gente constantemente se diera cuenta de la manera en la que los están despelucando desde el gobierno federal PRIANista.
Literal: Cada vez que alguien pasa por una gasolinera inmediatamente se puede ver cómo lo está agrediendo el gobierno federal al ver el precio de la gasolina. El impacto de ese precio en la mente de los mexicanos es directo: el gobierno podría estar evitando esto pero no; siguen robando a los mexicanos pagando un precio altísimo por gasolina importada que Pemex debería estar refinando pero que dejó de refinar.
Ahora el precio de la gasolina rebasa los 20 pesos. Para enero, si la aumentan con el costo de la inflación, el precio llegará a entre 20.6o y 20.80 pesos dependiendo del cálculo de la inflación. Es decir, casi 21 pesos de un solo golpe.
¿Y a quién van a culpar de eso? A López Obrador.
"Sí, pero en 3 años empezará a bajar el precio de la gasolina," dirán en Morena, refiriéndose a la promesa de que para 2021 habrá más capacidad de refinación en México y se dejará de importar gasolina, con lo cual, en teoría, tendría que bajara el precio de la gasolina.
El problema es que de aplicarse un aumento a la gasolina sólo en base a la inflación durante los siguientes 3 años, el precio podría llegar a casi 22.50 pesos por litro. Y ese precio generaría un enorme desgaste político para Morena y para AMLO en vísperas de las elecciones intermedias de 2021.
Por lo cual sólo hay dos posibles soluciones:
1. Frenar todos los aumentos a la gasolina inclusive en base a la inflación. Porque AMLO puede alegar que él no subió la gasolina a 20 pesos el litro, pero no podrá alegar que él no la aumentó a 22.50.
2. Aplicar un impuesto adicional a las empresas privadas que exploten el sector energético y con eso subsidiar la gasolina para que baje de precio. Sí aún no van a derogar la reforma energética privatizadora, por lo menos que se le cobre UN CHINGO MÁS en impuestos a las empresas privadas que extraen petróleo y gas, forzándolas además a no subir sus precios al público. Con lo recaudado, que se subsidie la gasolina para que cueste menos. Porque si AMLO logra que la gasolina baje a 19 pesos en enero, y que se mantenga así los siguientes 3 años, no tendrá la afectación política que tendría si los gasolinazos siguen aumentando.
Desde luego, la opción 2 dependería de Morena, partido que tiene la mayoría en el congreso. Todo es cosa de que quieran.
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