Marcelo Ebrard, próximo Secretario de Relaciones Exteriores, ya empezó a pintar raya un poco con Donald Trump.
Y es que ayer, cuando la prensa le preguntó sobre los tuits de Trump sobre la caravana de migrantes hondureños, Ebrard dijo que no le sorprenden los tuits de Trup ya que están muy cerca las elecciones intermedias de Estados Unidos.
Lo cual podrá parecer una respuesta muy light pero es bastante más enfática que las declaraciones sobre Trump que han hecho tanto Enrique Peña Nieto como el propio Andrés Manuel López Obrador.
Seamos honestos; ni Peña ni AMLO han querido decirle sus verdades a Trump de manera directa a pesar de que los mexicanos lo exigen.
Ebrard no llegó al punto de decirle a Trump sus verdades, pero lo que dijo sí es básicamente un está ladrando porque va a perder las elecciones. En otras palabras, sí, sabemos que esté güey está orate. De nuevo; no lo dijo directo, pero la respuesta de Ebrard deja claro que por lo menos el próximo Canciller ya está preparado para lidiar con las estupideces de Trump.
Lo cual es bueno pero no es suficiente. Si quieren por respeto a las elecciones de Estados Unidos el próximo gobierno mexicano no puede ser más firme con Trump, pero pasando las elecciones sí tendrá que serlo. Porque en Estados Unidos varios candidatos Demócratas a diferentes cargos públicos ya lo están haciendo sin ningú tapujo.
Ejemplo de esto es el candidato Demócrata a la gubernatura de Florida, Andrew Gillum, quien dijo de Trump en un debate con el candidato Republicano Ron DeSantis "Trump es débil y se comporta como toda la gente débil lo hace: como un bully."
Aquí el video:
This was the moment of the debate for me: @AndrewGillum gives the PERFECT reaction to DeSantis' weird answer about Trump being a role model for kids. Perfect. And hilarious. #FLGovDebate pic.twitter.com/wP608iIxIA
— Tommy Christopher (@tommyxtopher) October 22, 2018
La cachetada con guante blanco fue bastante elegante, por cierto, pero firme. Esa misma firmeza es que debe tener el gobierno de AMLO con Trump. Si quieren sin irse a las mentadas de madre, pero dejando claro que, como dicen en Estados Unidos los votantes progresistas, esto no es normal.
O dicho de otro modo, bien por Marcelo, pero ahora le tiene que poner más ponch a sus declaraciones sobre Trump. Y AMLO también.
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