Nunca antes se había visto, como hizo el viernes pasado Enrique Peña Nieto, que el gobierno federal enviara a la policía federal a la frontera con Guatemala a tratar de frenar el paso a una caravana de migrantes.
Tampoco se había visto jamás, como hizo Peña, que un presidente saliera en cadena nacional a tratar de justificar el envío de policías federales a la frontera con Guatemala, así como el mal trato que la PF le dio a los migrantes.
Peor; a Peña le quedaba menos de mes y medio en el cargo. Políticamente no le afectaba si cruzaba la frontera sur una caravana de migrantes que nisiquiera se quería quedar en México, sino llegar a Estados Unidos.
¿Por qué convirtió entonces Peña a México en el muro fronterizo de Donald Trump? Insisto políticamente no tenía ningún sentido que lo hiciera.
La única explicación que se le puede encontrar a esto es que Peña y su grupo de achichincles cercanos estén en algún tipo de negociación personal con las empresas de Trump, o con las de su yerno, Jared Kushner, y que hayan visto riesgo a sus intereses personales si no brincaban como perros falderos cuando Trump les tronó los dedos para que frenaran a los migrantes.
Sabemos que Luis Videgaray, limpiabotas número 1 de Peña y aún canciller mexicano, tiene nexos com Jared Kushner. Y sabemos que tanto Peña como Videgaray dicen que se van a retirar de la política cuando termine el sexenio. Lo que no sabemos es a qué se van a dedicar y si los Trump o los Kushner serán sus socios comerciales.
Así que tanto Peña como Videgaray deben transparentar hasta dónde llegan sus nexos con Trump y los Kushner, ya que no es creíble que se se hayan comportado como lo hicieron simplemente por una amenaza de Trump de salirse del TLC siendo que eso no va a ocurrir a casi dos semanas de las elecciones intermedias en Estados Unidos y a menos de mes y medio de que Peña deje el poder.
Porque si resulta que Peña está actuando en base a intereses económicos personales y no en base a los intereses del país, eso debería ser investigado por la administración de Andrés Manuel López Obrador.
Hablando del Peje: si bien hizo bien en ofrecer visas de trabajo a los migrantes hondureños, hizo mal en no criticar el uso de la PF para frenar el paso de los migrantes. Máxime cuando él mismo se ha pronunciado en contra del maltrato a los migrantes mexicanos en Estados Unidos.
AMLO debe corregir. Se debe pronunciar a favor de los migrantes y debe darles facilidades para que puedan viajar por el territorio mexicano.
Porque al final lo que buscan los migrantes hondureños es llegar a Estados Unidos. Y en Estados Unidos quien se opone a los migrantes no es su pueblo, sino un gobierno que no fue electo por la mayoría de los votantes y que es encabezado por un orate a racista a quien no tiene México por qué hacerle el trabajo sucio. Así de sencillo.
PD: Que hubo varios tuiteros mexicanos atacando con racismo y xenofobia a los migrantes no sorprende. En México hay un racismo vulgar y asqueroso que ha sido cultivado y fomentado desde la conquista hasta el presente, en las últimas décadas por medio de Televisa y el mundo del marketing que le da preferencia a actores y y sus elencos blanquitos y menospreciando a las personas que no son blanquitos. Lo que debemos hacer para combatirlo es exigir acciones de gobierno contra ese racismo y extirparlo de una vez por todas. En vez de pedir más tiempo en los cines para películas mexicanas, mejor pidan más diversidad como requisito para tener una concesión de TV o tiempo en cartelera. (Y claro: lo mismo aplicaría para otros empleos.) Sólo así se podrá empezar a curar a México del racismo que padece.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario