Escribo esta columna debido a que cierto racista y misógino que inexplicablemente sigue publicando en un diario que se dice de izquierda, salió con la estupidez de que los Demócratas en Estados Unidos atacaron con "virulencia" a Brett Kavanaugh, nominado por Donald Trump para juez de la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos, por una supuesta venganza de Hillary Clinton, ya que Kavanaugh habría sido parte de la estrategia legal contra Bill Clinton en el escándalo de Monica Lewinsky en la década de los 90s.
Pero es es absolutamente falso. Mire usted:
Para empezar, Brett Kavanaugh era parte de una lista de varios jueces que preparaon la organización de ultraderecha conocida como The Federalist Society para reemplazar a Anthony Kennedy, juez conservador que anunció su retiro este año.
Es decir, Trump tenía una lista de varios jueces de la cual elegir. Pero elegió a Kavanaugh porque Kavanaugh ha dado indicaciones de que él se opone a que el presidente de Estados Unidos sea indiciado en una investigación criminal. Para Kavanaugh, el presidente de Estados Unidos debe tener absoluta impunidad inclusive si comete crímenes.
Lo cual le conviene a Trump ya que cada vez es mayor la evidencia encontrada por el fiscal Robert Mueller de que la campaña de Trump se coludió con Rusia para interferir en las elecciones presidenciales de 2016. Además, Mueller tiene evidencia de que Trump incurrió en el delito de obstrucción de la justicia al despedir al director del FBI, James Comey, precisamente para frenar la investigación sobre la complicidad entre Trump y Rusia.
Actualmente la Suprema Corte de EU tiene 4 jueces Demócratas y 5 jueces Republicanos. Es decir, está a favor de Trump. Pero si el nuevo juez se apega al principio de "nadie por encima de la ley," a la hora de votar si Trump puede ser juzgado y encarcelado por obstruir la justicia, habría 5 jueces contra Trump. Es decir, la mayoría.
Es por eso que Trump quiso que Kavanaugh fuera juez. Porque Trump sabía que Kavanaugh le garantizaría impunidad.
Y al principio los Demócratas se enfocaron en ese tema para oponerse a Kavanaugh. Fue hasta meses después que se dieron a conocer las acusaciones de dos mujeres contra Kavanaugh por haberlas agredido sexualmente.
La solución razonable para el tema de Kavanaugh era simplemente quitarlo de la nominación y poner a otro nominado. Pero Trump no quiso porque cualquier otro nominado tendría que ser votado por el próximo congreso, a elegirse en las elecciones intermedias de Noviembre próximo.
El problema es que todas las encuestas indican que los Demócratas ganarán la mayoría en el Senado de EU. Por consiguiente, los Demócratas rechazarían a cualquier nominado que se pronuncia a favor de darle impunidad a Trump.
Esa es la verdadera razón por la cual Trump insistió en defender a Kavanaugh a pesar de las acusaciones claras y puntuales de dos mujeres contra Kavanaugh por agresiones sexuales.
Y no hay "virulencia" de los Demócratas. Ser firme contra los depredadores sexuales no es virulencia. Es el más elemental sentido común.
Parecería que el racista misógino que se puso a atacar a los Demócratas por criticar a Kavanaugh pretende defender a un misógino y depredador sexual. Uno que, además, sería defensor de los crímenes que cometió el títere de Vladimir Putin, Donald Trump.
Curiosamente, Kavanaugh escribió en su anuario de la preparatoria que él participaba en "boofing," palabra coloquial que se refiere al uso de ingerir bebidas alcohólicas por el ano.
¿Explicaría eso además el por qué de la simpatía del racista misógino con Kavanaugh? ¿Alguna afinidad además de atacar mujeres? Es pregunta.
PD: Esto de Cavanaugh no es la primera vez que ocurre. A principios de los 90s los Demócratas criticaron al entonces nominado para la Suprema Corte, Clarence Thomas, por las acusaciones de acoso sexual de la profesora universitaria Anita Hill. Esto ocurrío durante la administración de George Bush padre. Los Clinton nisiquiera figuraban aún a nivel nacional. Por lo tanto, pretender acusar de "virulencia" a los Demócratas por criticar a alguien que atacó sexualmente a dos mujeres es una estupidez de un charlatán que se hace pasar por experto en geopolítica que claramente no sabe de lo que habla, y a quien, al parecer, sólo le hacen caso los más ignorantes.
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