Fue verdaderamente bochornoso para todos los mexicanos que ayer, unas horas después de que Donald Trump virtualmente le ordenara al gobierno mexicano que hiciera algo para frenar la caravana de migrantes de Centroamérica, Enrique Peña Nieto enviara a la plicía federal a la frontera con Guatemala.
En otras palabras, Peña se convirtió en el perro faldero del patio trasero de Trump con un mero tuit.
Peor aún: al enviar a la PF a la frontera --que ni atribuciones tiene para detener a migrantes--, Peña rompe con décadas de la política a favor de ayudar a los migrantes que lo necesitan que inició Lázaro Cárdenas. Qué vergüenza que el PRI esté acabando así con el legado del General Cárdenas.
Por su parte, Andrés Manuel López Obrador se pronunció a favor de dar visas temporales a los migrantes. Bien hecho. Eso les da derecho a moverse por el territorio mexicano. Si quieren ir a Estados Unidos ya es asunto de ellos y el gobierno mexicano no tiene por qué interponerse.
Espero que AMLO no vaya a hacer lo mismo que Peña con las caravanas de migrantes que se den durante su administración. Sería una vergüenza enorme. Especialmente si consideramos que AMLO se opuso en campaña a las redadas de migrantes en Estados Unidos.
Y no sólo eso. AMLO debe ser firme en su postura a favor de los migrantes. Porque el trato que le de México a los migrantes centroamericanos será el trato que estará justificando con sus acciones para los migrantes mexicanos.
Y si AMLO termina comportándose igual que Peña, la "cuarta transformación" que tanto cacarea AMLO será sólo de dientes para afuera.
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