Enrique Peña Nieto pretendía que sacarse la foto con Donald Trump y que en esa reunión Trump dijera que México no pagaría por el muro fronterizo. En su chaqueta mental, Peña creyó que así subiría su popularidad y, por ende, la de José Antonio Meade, quien cada vez se hunde más en las encuestas electorales.
Pero la brillante idea de Peña terminó saliéndole por el yoyo. En una llamada telefónica entre Peña y Trump, de acuerdo con el Washington Post, Trump se encabronó y le dijo a Peña que ni madre. Que no iba a decir públicamente que México no pagará por el muro. Ahí se terminó la llamada. Peña suspendió la visita que pretendía hacer a Washington para que Trump dijera eso y otro plan más para inflar a Meade valió pura riata.
¿Cómo sabemos que esto fue idea de Peña? Por esto que dice el Washington Post (traducido):
Un funcionario mexicano dijo que Trump "perdió la cordura." Pero funcionarios de Estados Unidos lo describieron (a Trump) como frustrado y exasperado, diciendo que Trump creyó qu no era razonable por parte de Peña esperar que Trump se retractara de la compaña de promesa que le gusta a su público de forzar a México a que pague por el muro.
El Washington Post se fue más lejos. Dijo:
Un hombre físicamente frágil, Peña Nieto detesta ponerse a si mismo en un ambiente en el cual el más imponente Trump pueda parecer un bravucón.
En otras palabras, el Washington Post le dijo alfeñique a Peña.
Ahora bien, esta nueva pifia de Peña si bien es típica de su ineptitud política, no es exclusiva del PRI. Tanto el PAN, como Andrés Manuel López Obrador creen que pueden negociar con Trump cuando Trump no es una persona racional.
Y es que Trump no tiene otro interés más que la edificación de su ego. No le importa la política. No le importa si un día dice que hará una cosa y al día siguiente se desdice. No le importa resolver problemas de gobierno. Ni le interesa gobernar. Lo único que buscaba al competir con la presidencia era hacerle publicidad a su propia marca. Nunca esperó ganar y, de acuerdo con el libro Fire and Fury, de Miachel Wolf, cuando ganó se le vino abajo el mundo ya que eso no era lo que quería.
Como resultado, la verdadera política de Trump ha sido la edificación de su imagen y evitar a toda costa que su base de votantes de ultraderecha se le vayan, ya que además de que le gusta que le aplaudan, él sabe que si pierde la reelección en 2020 será la prueba de que nunca debió llegar al poder.
Ahí es donde entra lo del muro. Trump prometió estupidez y media en campaña, incluyendo el muro, porque sabía que no ganaría. Así que mientras tuviera aplauso fácil, ¿qué más daba si proponía pendejadas como lo del Muro? Mientras le aplaudieran, y se inflara su ego, era más que suficiente.
Por consiguiente, si Trump ahora suelta lo del muro, su "base" dejaría de aplaudirle y al margen de la derrota política que podría significar, sería una derrota para su ego. Y para Trump, lo más importante es su ego.
Se preguntarán por qué estoy diciendo todo esto si al final la pifia fue de Peña. Pues porque como dije al principio, Andrés Manuel López Obrador también cree que puede negociar y hasta convencer con razones a Donald Trump. Pero eso es imposible. Trump no razona. Trump es un sociópata y un narcisista a quien no le importan los demás. Sólo le importa su propia imagen. Intentar razonar o negociar con Trump equivale a hablar con la pared. Y si Andrés lo intenta, se va a quemar durísimo.
¿Cómo podrá AMLO lidiar con Trump si gana la presidencia? Sólo hay una maneraa: ignorándolo. En vez de buscar dialogar con Trump, AMLO deberá buscar hablar con los líderes del Congreso de Estados Unidos. Los Demócratas estarán más que dispuestos a sacarse la foto con AMLO en año electoral y los Republicanos también, ya que Trump les está costando muchos votos y los está desgastando. Varios Republicanos moderados, de hecho, buscarán quitarle escaños en el congreso a Republicanos más conservadores y alineados con Trump.
Deberá AMLO también negociar con los gobernadores de Estados Unidos. Particularmente con los de los estados fronterizos y con los de mayor población mexicana, como Illinois, Nueva York, California, Texas, Arizona, Nuevo Mexico y Florida. Tiene AMLO una mayor oportunidad de acordar protecciones para mexicanos con los gobernadores que con el gobierno federal.
Ya amarrada la relación con el Congreso de Estados Unidos y con los gobernadores, entonces sí Andrés Manuel podrá negociar con el siguiente presidente de Estados Unidos en 2021, que probablemente será Bernie Sanders, el AMLO Americano, con quien probablemente se llevará bien y coincidirán en puntos.
De lo contrario, si AMLO intenta hacer lo que ya hizo Peña por idiota, nadamás hará ridículos iguales.
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