El domingo 10 de diciembre Ricardo Anaya formalizó su agandalle de la candidatura del PAN-PRD-MC para la presidencia. Durante su discurso hizo lo siguiente:
1. Le tiró mierda al PRI.
2. Le tiró mierda al Peje.
3. Le tiró mierda a Fox y a Felipe Calderón (¿entonces por qué deberíamos votar por el PAN?)
4. Hizo una sola propuesta a los votantes: El salario universal.
El problema es que los números que presentó para tratar de respaldar su propuesta de salario universal no cuadran. Mire usted:
Según Anaya, el dinero para pagar el salario universal para todos los mexicanos vendría de excedentes y de ahorros del gobierno federal. En específico, Anaya mencionó lo siguiente:
1. Un promedio de $280,000 millones de pesos al año en excedentes del gobierno federal que se van a la corrupción.
2. $132,000 millones de pesos al año que se podrían ahorrar con austeridad.
3. $403,000 millones de pesos que se ahorrarían si se reordenaran los programas sociales.
Hagamos las cuentas entonces. Si sumamos esas tres cantidades el resultado es $815,000 millones de pesos al año que se usarían para pagar los salarios universales. Dividido entre 112 millones de mexicanos, a cada mexicano le tocaría un salario de $7,276.78 pesos AL AÑO.
Dividido entre 12 meses ese salario universal sería de $606.39 pesos al mes. Es decir, prácticamente lo que ya da SEDESOL de apoyo a los pobres. ¿Eso es un salario que alcance para las necesidades básicas como el que se propuso en Suiza? ¡Ni a un salario mínimo llega!
"Bueno, pero Anaya dijo que muchos mexicanos renuunciarían a ese salario universal para que sólo se le diera a los pobres," dirán los lambiscones del PAN y PRD. No se las compro, pero vamos a suponer que sólo los 50 millones de mexicanos en pobreza extrema recibieran el salario (y en ese caso ya no sería "universal"). De ser así, entonces el "salario universal" subiría a $873.20 pesos al mes. Nisiquiera medio salario mínimo.
Inclusive si se multiplicara por una familia de 4, el resultado sería apenas por encima de un salario mínimo, el cual, de acuerdo con CONEVAL, no alcanza para una canasta básica. Y eso asumiendo que no habrá inflación ni devaluación.
Lo cual quiere decir que una de dos: O Anaya no se ha tomado la molestia de hacer las cuentas y no sabe que no habrá dinero para pagar un salario universal que realmente cubra las necesidades básicas de los mexicanos, o sí sabe que su propuesta es una jalada que no hay manera de pagar pero le está mintiendo al electorado de todos modos.
Más bien creo que las dos cosas. ESO sí es populismo mesiánico.
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