El sábado pasado Miguel Ángel Mancera anunció que no será candidato a la presidencia por la alianza PAN-PRD. Que tampoco estará en algún cargo directivo en la alianza PAN-PRD y que siempre no renuncia a la Jefatura de Gobierno del DF.
En otras palabras, Mancera está admitiendo finalmente que Ricardo Anaya se la dejó ir (con ayuda de Jesús Ortega) y que su chaqueta mental de ser presidente no pasaba de eso.
No está por demás señalar todas las pendejadas que hizo Mancera pensando que así sería presidente:
1. Corrió a los mejores funcionarios que tenía en su gabinete, como Miguel Torruco, por ser simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador.
2. Le dio poder a los personajes más siniestros del DF, como Héctor Serrano.
3. Le dio dinero a los lamebotas del PRI pensando que así llegaría al poder.
4. Se peleó con Andrés Manuel López Obrador.
5. Hizo a un lado el sentido común y le dedicó más tiempo a hacer campaña que a gobernar.
Hoy Mancera regresa con el rabo entre las patas al GDF. Pero los malquierientes de Mancera no deberían festejar. Porque al no competir por la presidencia, Mancera ahora le dedicará todos sus esfuerzos a impedir que Morena gane la Jefatura de Gobierno del DF.
Las cosas ya estaban complicándose para la candidata de Morena al GDF, Claudia Sheinbaum, con la alianza PAN-PRD-MC. Pero ahora se le van a complicar más porque la alianza tendrá el respaldo de Mancera con tal de que su propio candidato le gane a Sheinbaum.
Si antes Morena se tenía que preocupar de compra de votos en Gustavo A. Madero e Iztapalapa, ahora se van a tener que preocupar doble, porque el PRD tendrá el presupuesto de 3 partidos para hacer eso y la vista gorda del gobierno de Mancera.
Pero en Morena siguen sentados en sus laureles. Primero dijo Claudia Sheinbaum que sería muy difícil que hubiera alianza PAN-PRD. Ya la hay. Luego, en vez de hacer una estrategia que pueda contrarrestar a los ataques de la derecha, se puso a nadar de muertito. En internet, la derecha tiene toda la infraestructura para pegarle.
Ya lo dije en otra columna. Sheinbaum ganará el GDF, pero el congreso no. Y si no tiene el congreso del DF, por lo menos sus primeros tres años en el GDF le harán la vida imposible.
Pero bueno. Ya sabrán en Morena si se quieren seguir confiando. Si se siguen confiando, se van a quedar también como el Mancera de las dos tortas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario