El martes pasado hubo una elección especial en Estados Unidos para Senador por el estado de Alabama. Esta elección se dio debido a que Donald Trump nombró procurador de justicia al ahora ex Seandor por Alabama, Jeff Sessions.
Alabama es uno de los estados más conservadores de Estados Unidos. Durante años los Republicanos han mantenido la senaduría que dejó Jeff Sessions, por lo cual se asumía que los Republicanos ganarían sin problema.
Pero los Republicanos perdieron y ganó el Demócrata Doug Jones, con lo cual se le dificultará más a Donald Trump que le aprueben legislaciones en el Congreso en lo que resta de su administración (ya que se espera que en 2018 los Demócratas ganen la mayoría). La historia de cómo ganó Jones es una buena lección que la izquierda en México debe aprender. Mire usted:
Para empezar, se daba por hecho que ganaría un Republicano en Alabama, así que inicialmente la atención se puso en la interna de los Republicanos. Trump apoyó a Luther Strange y su ex asesor Steve Bannon apoyó al racista Roy Moore. Ganó Moore, perdió Trump.
Moore ya la tenía prácticamente ganada la elección, pero aparecieron acusaciones de pederastia contra Moore. Varias mujeres de Alabama lo acusaron de haber abusado sexualmente de ellas cuando eran adolescentes menores de edad.
Aquí lo correcto hubiera sido que los Republicanos retiraran el apoyo a Moore. Y de hecho lo hicieron. Pero faltando días para las elecciones Donald Trump apoyó publicamente a Moore, lo defendió poniendo en duda las acusaciones de pederastia (hay amplia evidencia de que sí perseguía a muchachas menores de edad) y llamó a votar por Moore en Twitter, valiéndole gorro la imoralidad y el hecho de que Moore tiene todo tipo de sanciones como juez por no acatar la ley.
Como Trump apoyó a Moore, los Republicanos le regresaron el apoyo al Republicano.
Con lo que no contaban era con el hecho de que mujeres afroamericanas se organizaron para llamar a la gente que se oponía a Moore (quien dijo que Estados Unidos estaba mejor cuando había esclavitud) a votar en la elección especial. El principal objetivo de las mujeres que se organizaron para promover el voto era que la gente saliera a votar.
El resultado fue que Moore perdió por un margen de poco más de 1 punto porcentual contra Doug Jones. En gran parte porque los afroamericanos no se abstuvieron de votar y salieron de manera masiva a las urnas. Pero también en parte porque muchos Republicanos inconformes con las cochinadas de Roy Moore se negaron a votar. A su modo, pero hicieron lo correcto.
Admito que una hora antes de que Doug Jones fuera reconocido como el ganador de la elección por AP, yo suponía que Roy Moore ganaría por 6 puntos, ya que esa era la tendencia que mostraban los resultados desde que se empezaron a contabilizar los votos. Pero en un espacio de una hora la tendencia se revirtió y Jones ganó por un punto, lo cual sorprendió a propios y extraños.
Esto fue una cubetada de agua helada para Trump, quien se puso a buscar excusar para justificar lo que claramente era SU derrota: Que fue por culpa de los que votaron por un tercer candidato; que porque era mejor candidato Luther Strange (¿entonces para qué promovió a Moore?) y jaladas por el estilo.
¿Cuál es la lección para México de la elección en Alabama entonces?
1. Para ganar elección se necesitan votos. AMLO tiene una cantidad limitada de votos. Necesita más, pero no ha querido buscar una estrategia para tener más votos que no sean los de siempre.
2. Convenzan a la gente de que salga a votar. No sirve de nada convencer a alguien que AMLO es el mejor candidato si no van a salir a votar.
3. No se confíen de las encuestas.
Aquí vale la pena explicar esto.
En la elección de Alabama todas las encuestas daban por ganador a Moore. Las encuestas empezaron a revertirse a favor de Jones cuando estalló el escándalo de pederastia de Moore. Sin embargo, las encuestas duraron a favor de Jones sólo por unos días. Alrededor de una semana antes de las elecciones, algunas encuestas le daban un amplio margen de ventaja a Moore y otras le daban un amplio margen a Jones. En ambos casos las encuestas se equivocaron. Sí ganó Jones, pero por un margen pequeño.
Hubo otro detalle: Las encuestas que le deban la ventaja a Moore eran encuestas automatizadas ("roboencuestas") y a teléfono fijo, mientras que las encuestas que le daban la ventaja a Jones eran de persona a persona y a teléfono móvil. Y como en Estados Unidos muchísima gente no tiene teléfono fijo, las encuestas que apoyaban a Moore técnicamente estaban "cuchareadas." Pero las encuestas que apoyaban a Jones también estaban cuchareadas ya que no tuvo el margen de votos que las encuestas predijeron.
Esta es la razón por la cual se le debe poner mucha atención a las encuestas, pero también se debe indicar cuando están bien hechas o cuando están mal hechas. En la izquierda son buenísimos para aplaudir encuestas que les gustan aunque estén mal hechoas y pésimos para admitir que las encuestas están en lo correcto cuando no les favorecen. Por ejemplo: no pueden aplaudirle a encuestas realizadas en Facebook o en Twitter, ya que no tienen valor estadístico. Ni pueden aplaudirle a encuestas que les favorecern si no tienen rigor metodológico.
Más importante aún: si las encuestas NO les favorecen, deben dar por hecho que algo no están haciendo bien en la campaña y por lo tanto deben cambiar de estrategia. Si vuelven a cometer el error de ignorar a las encuestas y simplemente salen con que están cuchareadas, van a perder.
Ahora lo que la izquierda va a tener que hacer es encontrar la estrategia para que la gente salga a votar y no venda su voto. Aún no tienen esa estrategia. Están dejando todo a la buena suerte que ha tenido AMLO de que se dividió el voto de derecha. Pero si Margarita Zavala y El Bronco no alcanzan el registro por no tener el porcentaje de votos requerido en 17 estados, AMLO tendrá serios problemas; las encuestas emparejarán a Ricardo Anaya con el Peje y nuevamente les podrán hacer fraude.
"Es que no lo van a dejar ganar" dicen siempre los fans de Morena. Pendejos. ¿"No lo van a dejar" quiénes? Ches pederos. No lo van a dejar ganar USTEDES que no quisieron hacer nada para cambiar de estrategia y así garantizar que gane. Aprendan a las mujeres afroamericanas que se organizaron para derrotar a la derecha en Alabama. Si ellas hubieran dicho "es que no van a dejer ganar a Jones", hoy un pederasta sería Senador en Estados Unidos.
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