En reacción al feminicidio de la joven estudiante Mara Castilla, muchos en redes sociales apuntan hacia Cabify, empresa de transporte cuyo chofer la secuestró y presuntamente la habría matado. Los comentarios en Twitter, por ejemplo, llegan hasta el punto en el que piden el retiro de la principal competidora de Uber por ser insegura.
Sí, a últimas fechas tanto Uber como Cabify han fallado de manera grosera en sus controles de calidad para conductores, con autos sucios, conductores que de plano a veces huelen a alcohol (doy fe que así ocurrió en un Uber que pedí hace no mucho tiempo), pero el problema de fondo en el caso Mara Castilla es otro.
El problema de fondo es el machismo, el cual ocurre en todo México, aunque con mayor fuerza en algunos estados, particularmente los estados donde gobiernan el PAN y el PRI, que son los partidos de derecha.
En una cultura machista a cualquier mequetrefe se le hace fácil insultar, agredir, o de plano matar a una mujer simplemente por ser mujer; por creer que los hombres tienen el derecho a usar a las mujeres como se les pegue la gana.
Mientras exista esa cultura del machismo, los feminicidios seguirán ocurriendo con o sin Cabify. Con o sin Uber.
¿O qué a caso pensaban que no había feminicidios antes de Cabify y Uber?
En vez de pedir que quiten Cabify --en todo caso que pidan que se legisle para que existan controles estrictos para contrataciones para empresas como Cabify o Uber-- mejor pidan que quiten el machismo.
Y la mejor manera de empezar a quitar el machismo, es quitando del poder a los partidos políticos que lo han fomentado: el PAN y el PRI.
Si eso no ocurre, seguirá habiendo feminicidios. Con o sin Cabify. Con o sin Uber.
Y sí; que Uber y Cabify le bajen dos rayitas a su negligencia e impongan controles de contratación más estrictos. Porque Uber y Cabify cobran más que los taxis convencionales y por lo tanto deben estar sujetos a estándares mucho más altos.
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