lunes, 6 de marzo de 2017

Odio contra un semejante @sladogna

¿Por qué causas un sector importante de las comunidades de inmigrantes en los EEUU votó por Donald Trump? ¿A qué se debe que el mejor cazador de judíos en la España de la Inquisición resulto ser un judío que se había convertido al catolicismo? ¿Cómo es que un sector importante de quienes recibieron beneficios de regímenes incluyentes en América Latina votan contra sus "propios orígenes"? ¿Cómo es posible que el Estado de Israel, supuestamente reconociéndose como un estado judío,aplica a los palestinos las mismas estrategias de genocidio que nos fueron aplicados por parte de los nazis? El conjunto de los familiares de mis abuelos y de mi madre fueron borrados del mapa humano en Auschwitz. 

En definitiva ¿A qué se debe que el actual régimen del capitalismo financiero y semiotico ha logrado que para un "pobre" no hay peor enemigo que otro "pobre"? Esto viene a cuenta de un hecho raro, se dice que se encontró documentación perteneciente a Friedrich Trump ¿Qué documentación? Se trataría de una carta de su puño y letra destinada al príncipe Luitpold de Bavaria, quien gobernaba Kallstadt en ese tiempo, para no ser deportado... a los Estados Unidos, se trataría de una carta que emite un ruego de piedad “¿Por qué debería ser deportado? Eso es muy, muy duro para la familia”, escribe. “¿Qué pensarán nuestros conciudadanos si las personas honestas son tratadas así?”.


Si la carta existió, no alcanzó su cometido pues la historia muestra a Friedrich Trump abuelo de vuelta en los EE. UU, procreando un linaje que llegaría hasta la Casa Blanca. Este sería el texto de la carta ruego que se le atribuye ,al decir de la prensa de Alemania que la dió a conocer:


¡Su serenísimo, y poderosísimo Príncipe Regente! ¡El más gracioso regente y señor!

“Nací en Kallstadt el 14 de marzo de 1869. Mis padres eran trabajadores de los viñedos honestos y piadosos. Ellos me condujeron estrictamente a todo lo que es bueno, con diligencia y piedad, a asistir regularmente a la escuela y a la iglesia, a la completa obediencia de la autoridad.

“Después de mi confirmación en 1882, aprendí el oficio de barbero. Emigré en 1885, cuando cumplí 16 años. En América llevé mi negocio con diligencia, discreción y prudencia. La bendición de Dios estaba conmigo, y me volví rico. Obtuve la ciudadanía estadounidense en 1892. En 1902 conocía a mi esposa. Tristemente, ella no podía tolerar el clima de Nueva York, por eso regresé con mi adorada familia a Kallstadt.

El pueblo me recibió con gusto como un ciudadano capaz y productivo. Mi anciana madre estaba feliz de ver a su hijo, y a su nuera, así como a su nieta; ella sabe que cuidaré de ella cuando sea mayor.

Pero fuimos confrontados, como si cayera un rayo, con las nuevas de que el ministerio del Estado Real, decidió que debemos dejar nuestra residencia en el reino de Bavaria. Quedamos paralizados, nuestra familia sufrió de terrible ansiedad, y mis amada hija se enfermó.

¿Por qué deberíamos ser deportados? Esto es muy, muy difícil para la familia. ¿Qué pensaran nuestros conciudadanos si sujetos honestos son tratados así? Sin mencionar las grandes pérdidas materiales que sufriremos. Quisiera volver a ser un ciudadano bávaro de nuevo.

En esta situación urgente, no tengo otro recurso que voltear los ojos a nuestro adorado, noble, sabio, y justo señor, nuestro gobernante, altísima excelencia, quien ha llorado muchas lágrimas, quien ha gobernado tan benéfica y justamente, y dulcemente amado, con la petición más humilde de que el señor tenga piedad y permita a su siervo quedarse en el más gracioso reino de Bavaria.

Su más humilde siervo,
Friedrich Trump.


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