NOTA: Escribí esta columna una semana antes de que a la COPARMEX se le ocurriera pedir que se aumente el salario mínimo a 89 pesos. La programé originalmente para aparecer el 14 de diciembre. Pero en vista de que la COPARMEX ya salió con que siempre sí quiere el aumento de salario mínimo que Miguel Ángel Mancera ha estado proponiendo desde hace años, va entonces la columna de una vez. Sólo con una observación: Si bien el aumentar los sueldos en México podría disuadir un poco a Donald Trump de buscar renegociar el TLC, creo más bien que la razón por la cual la COPARMEX está sugiriendo el aumento al salario mínimo es porque así podrán justificar alzas de precios. Si les importaran los trabajadores, como alegan ahora, hubieran aceptado la propuesta de Mancera hace años.
Eso de salirse del TLC no es sólo idea de Donald Trump. También se opone al TLC Bernie Sanders, el socialista que casi le ganaa la candidatura presidencial Demócrata a Hillary Clinton.
En el caso de Sanders su problema con el TLC es que al pagarse en México sueldos más bajos, empresas americanas se llevan la manufactura de Estados Unidos a México, y eso ha causado que zonas de EU donde se dedicaban a la manufactura se hayan hundido en el desempleo.
Y ahora, muchos de los que votaron por Trump sin ser realmente conservadores o derechistas, sino obreros de manufactura, exigen que Trump sí saque a Estados Unidos del TLC para proteger sus empleos.
El problema, desde la perspectiva de Estados Unidos, es que al pagar sueldos más bajos en México, las empresas de EU se llevan a México empleos. Y en México esos empleos son mal pagados, lo cual ha resultado en más pobreza y menos clase media en los dos países.
Si Estados Unidos se sale del TLC, los que pierden son los empleados de maquila en México y algunas empresas que venden productos importados. Pierden también las empresas que se dedican a chainearle el escroto a las emprsas americanas en México. O sea, las grandes empresas mexicanas.
Para el resto de los mexicanos la única afectación sería otra devaluación.
¿Cómo impedir que Estados Unidos se salga del TLC entonces? Pues muy fácil: subiendo los sueldos en México.
Si los sueldos en México son un poco más altos, se reduce el incentivo de las empresas de Estados Unidos para mudarse a México para manufacturar productos que se venderán en Estados Unidos. Vendrían a México, en todo caso, a manufacturar productos para vender en otros países o dentro de México.
De esa forma, en Estados Unidos no tendrían ya pretexto para decir que las empresas se van a México por los sueldos bajos.
El problema es que ni el PRI ni el PAN han querido que se aumente el salario mínimo porque, para empezar, le estarían dando la razón a Andrés Manuel López Obrador, quien ha pedido aumento salarial a los mexicanos desde 2007.
Y segundo, ni el PRI ni el PAN quieren que los mexicanos ganen bien porque entonces ya no tendrían clientela a quien comprarles votos a cambio de una tarjeta de Soriana.
Bueno, pues esa negativa a aumentar los salarios en México es lo que ahora le va a costar a México que Estados Unidos se salga del TLC.
A ver qué cara ponen Claudio X González, Alberto Bailleres y demás sanguijuelas del poder cuando eso pase.
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