De hacer alianza con el PRD en 2018, Morena ganaría la gubernatura de Veracruz.
Esto se basa en un análisis de los resultados de la elección de Veracruz en 2016, en la cual Morena quedó en tercer lugar y el PAN, en alianza con el PRD, ganó la gubernatura.
Mire usted:
LOS NÚMEROS DE LA ELECCIÓN: PRD ES EL FIEL DE LA BALANZA
En 2016, los porcentajes por partido fueron los siguientes para la elección de gobernador:
PAN: 28%
PRI-PVEM-PANAL-etc: 30.29%
Morena: 26.40%
PRD: 4.53%
PAN-PRD: 1.86%
PT: 1.62%
MC: 1.21%
PES: 1%
El único voto que queda medio nebuloso es el de los que tacharon los dos recuadros, PAN y PRD, en la boleta electoral. Esos votos representan 1.86% del total. Para no hacer cuentas alegres, vamos a suponer que ese 1.86% se va al PAN, con lo cual el PAN obtendría 29.86% del voto.
Pero en alianza, Morena y PRD habrían obtenido 30.93% del voto, con lo cual rebasaban al PRI y al PAN.
No sólo eso; si a la alianza se hubieran sumado PT y MC, en total habrían obtenido el 33.75% del voto, con lo cual aplastarían al PAN y al PRI en Veracruz sin mayor problema.
Es posible que en Morena crean que van a ganar solos la gubernatura en 2018 porque en 2 años se desgastaría Miguel Ángel Yunes y aún quedaría el mal recuerdo del PRI. Pero eso es confiarse demasiado, ya que habrá muchos votantes que seguirán creyendo que sólo con alianzas es posible ganarle al PRI.
Por lo cual Morena NO debe apostarle al desgaste de Yunes. Rafael Moreno Valle se desgastó en Puebla muchísimo (vamos, su policía mató a un niño mientras reprimían una manifestación) y aún así ganó el PAN en Puebla SIN alianza con el PRD.
EL PROBLEMA DE LAS ALCALDÍAS
Hay otro factor que no puede minimizar Morena ya que le dará mucha ventaja tanto al PAN como al PRI en Veracruz en 2018: las alcaldías.
En Veracruz las alcaldías están desfasadas con la elección de gobernador. Se eligen por 4 años, en vez de 3, y la siguiente será en 2017. Actualmente el PRI controla la mayoría de las alcaldías de Veracruz. Y con Peña Nieto inyectándole dinero directo a las alcaldías de Veracruz sólo para joder a Yunes, el PRI tendrá la manera de comprar votos en las elecciones para alcaldías de 2017. La única manera de frenar al PRI es con otra alianza. Ya sea PAN-PRD o Morena-PRD. Pero dada la miopía política y el ego de Andrés Manuel López Obrador, se ve difícil que Morena-PRD hagan alianza en Veracruz en 2017.
Eso quiere decir que o el PRI conserva la mayoría de las alcaldías de Veracruz o las gana la alianza PAN-PRD. Siendo el caso, el partido que controle más alcaldías será el que tendrá la ventaja en 2018 en términos de compra de voto. Y con lo desgastado que está el PRI, es muy probable que quien gane la mayoría de las alcaldías de Veracruz en 2017 sea el PAN en alianza con el PRD.
Por lo cual, inclusive con desgaste la votación del PAN no bajaría mucho en 2018. Eso quiere decir que la única manera en la que Morena podría ganar la gubernatura de Veracruz en 2018 sería en alianza con los partidos de izquierda.
EL CANDIDATO
Otro problema que debe considerar Morena es a quién pone de candidato. Cuitáhuac García fue un PÉSIMO candidato. Irascible, miope político, chaquetero mental y de plano pendejo, García no sólo no hizo caso de las advertencias de más gente en Morena indicándole los errores de campaña, sino que además se creyó el cuento de que iba quién sabe cuántos puntos arriba en las encuestas y terminó en en tercer lugar.
Por lo cual, Andrés Manuel López Obrador, que es a fin de cuentas el que pone y quita candidatos por dedazo en ese partido, deberá elegir a un mejor candidato para Veracruz. Un candidato que ni sea irascible ni pendejo, y que esté dispuesto a escuchar a las bases que le señalan los errores de la campaña. ¿Quién? No lo se. No milito en Morena ni lo pienso hacer. Pero no puede ser otro ilustre desconocido ni al primer pobre diablo que se encuentre para hacer relleno. Sin un buen candidato, Morena no gana.
ESTA VEZ EL PRI NO LE AYUDARÁ A MORENA
Finalmente, Morena debe admitir que en 2016 el PRI les ayudó. Con tal de tratar de dividir el voto perredista en la alianza PAN-PRD, el PRI puso a sus esbirros en los medios a promover el cuento de que Cuitláhuac García iba en segundo lugar. El PRI buscaba que de esa forma los perredistas se la creyeran y votaran por Morena, que estaba en distante tercer lugar. Así, Morena seguía quedando en tercer lugar y el PAN en segundo, permitiendo que el PRI pudiera mantenerse en la gubernatura.
Pero en 2018 la cosa va a cambiar. El PRI de Veracruz ya no podrá chayotear a los medios como lo hizo en 2016 y por lo tanto no podrá ayudarle a Morena nuevamente. Eso quiere decir que si Morena de verdad quiere ganar la gubernatura de Veracruz en 2018, tendrá forzosamente que hacer alianza con el PRD para obtener la mayor cantidad posible de votos.
No hacer alianza con el PRD es tirarle a la guajira. El PRD o haría alianza con el PAN en Veracruz en 2018, con lo cual ganaría de nuevo el PAN, o no haría alianza con nadie y ganaría el PRI. Pero Morena simple y sencillamente no tiene ni los votos ni la fuerza para ganar una elección de gobernador en Veracruz.
El detalle es este: de ganar Morena en Veracruz, entonces sería el fin del PAN y el principio del fin del PRI, ya que ahora la izquierda controlaría dos de los estados claves para ganar elecciones presidenciales en México: El DF y Veracruz.
Pero si por hacerse los puristas, aunque tienen a corruptos como Ricardo Monreal en sus filas, los de Morena no hacen alianza con el PRD, entonces será exclusivamente culpa de ellos si no ganan ni la presidencia ni Veracruz.
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