No es casualidad que unas horas antes de que el PRI expulsara de sus filas a Javier Duarte, el ex candidato presidencial priista Enrique Peña Nieto pusiera a Arely Gómez en la Secretaría de la Función Pública y a Raúl Cervantes en la PGR. Lo hizo precisamente para que fueran sus tapaderas.
Mire usted:
Para empezar, Arely Gómez fue la que permitió que Javier Duarte se pudiera dar a la fuga. La PGR ya le había solicitado a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores datos de las cuentas de Javier Duarte desde agosto pasado. No parece que lo hayan hecho para deterlo, sino para ver de qué tamaño sería el escándalo una vez Miguel Ángel Yunes destapara la cloaca una vez que tomara protesta como gobernador de Veracruz.
Pasó el tiempo y la PGR, con los datos de duarte solicitados a la CNBV, no hizo nada para detener a Duarte. Da la impresión de que esperaron a ver si el PRI podía anular la elección de Yunes en tribunales. Pero cuando el tribunal electoral se negó a tirar la elección, la PGR nuevamente buscó datos de Duarte en la CNBV y Duarte se dio a la fuga.
Y Arely Gómez se quedó cruzada de brazos. Nada hizo para impedir la fuga de Duarte. Es más; de no ser porque Miguel Ángel Yunes denunció públicamente la fuga de Duarte, nadie se hubiera enterado.
Tan convencidos estaban en el PRI de que Duarte tendría impunidad que de plano el presidente de la Comisión de Justicia Partidaria del PRI, Fernando Elías Calles, dijo apenas el pasado 19 de octubre que no expulsarían a Duarte del PRI hasta que no hubiera una condena de un juez. Que porque una acusación no bastaba.
Arely Gómez, desde luego, siguió haciéndose taruga.
Menos de una semana después, el PRI expulsó a Duarte. Pero unas horas antes, en el colmo del cinismo, Enrique Peña Nieto le encomendó a Arely Gómez echar a andar el Sistema Nacional Anticorrupción. Sí; la que dejó escapar a Duarte es la que se encargará de echar a andar el Sistema Anticorrupción.
Lo cual significa que en realidad a lo que va Arely Gómez a la SFP es a ser tapadera de Javier Duarte.
¿Y Raúl Cervantes?
Raúl Cervantes es un pobre diablo a quien Peña Nieto pretendía poner de ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en 2015. Pero tanto jueces como organizaciones civiles lo rechazaron. Peña lo pretendía imponer porque es es primo del actual consejero jurídico del ejecutivo federal, Humerto Castillejos Cervantes. Es decir, sería la palanca directa de Peña Nieto en la Suprema Corte para tener un voto asegurado a su favor.
Pero la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces del Poder Judicial de la Federación publicaron una carta expresamente rechazando a Cervantes porque obviamente Cervantes podría "afectar la imparcialidad e independencia" del poder judicial federal.
Con otras palabras, lo que los jueces le dijeron a Peña fue que no se hiciera pendejo, y que no pretendiera poner a su cuate en la SCJN para que le sirviera de tapadera.
Como no pudo imponerlo en la SCJN, Peña Nieto puso a Cervantes de diputado constituyente en el DF. Otro cargo para el cual Cervantes no está calificado. Tan es así que en cuanto lo puso Peña en la PGR renunció a su diputación constituyente.
¿Qué podemos decir en resumen de Raúl Cervantes? Que Peña lo quería de tapadera en la SCJN. Ahora lo pone de tapadera en la PGR y a Arely Gómez la pone de tapadera en la SFP.
¿Tapadera de quién? De Javier Duarte para empezar. De Rubén Moreira, Beto Borge, César Duarte, y otros corruptazos del PRI en segundo, sin olvidar desde luego a Luis Videgaray, Gerardo Ruiz Esparza y el propio Peña Nieto. Pero en lo inmediato a Duarte, ya que en diciembre entra Yunes de gobernador y es el único gobernador que se ha atrevido a investigar corrupción priista desde que el perredista Arturo Núñez llegara al gobierno de Tabasco en 2012.
Un último detalle antes de cerrar la columna: Ayer mismo, justo a pocas horas de que se anunciaran los nuevos cargos de Arely Gómez y de Raúl Cervantes, le preguntaron en un evento a Peña Nieto si seguía pensando que Duarte representaba al nuevo PRI. Peña se hizo pendejo y dijo que no recordaba haber dicho eso, a pesar de que está grabado y lo transmitieron por Televisa en 2012, en el programa Tercer Grado, cuando estaba en campaña.
El video se puede ver aquí.
La cita textual de Peña Nieto diciendo que no se acuerda, de acuerdo con Reforma, es la siguiente:
"No recuerdo yo la alusión, pero seguramente en algún momento la hice, si es la referencia que hacen.
Luego de eso, Peña pretendió alegar que todos los partidos políticos tienen un Javier Duarte:
"Ha tenido dentro de sí mismo una enorme renovación al paso de los años. El PRI ha sido artífice y constructor de las grandes instituciones. No exento de errores, no exento de fracasos, no exento de desaciertos, como me parece ocurre en todas las fuerzas políticas del País".
Lo cual es falso. Acusados formalmente de lavado de dinero y de rateros sólo hay gobernadores del PRI y del PAN: Andrés Granier (PRI), Javier Duarte (PRI), y Guillermo Padrés (PAN). Pero el PRI tiene muchísima más cola que le pisen con los Moreira, Beto Borge, César Duarte, y los que vayan saliendo.
Así que los únicos cerdos son los del PRIAN, pero a Peña Nieto no le cabe, la quiere repartir, y además quiere tapaderas.
PD: Tan responsable es Duarte como los que lo impulsaron, incluyendo a Fidel Herrera y a los que maiceó en 2010. Todos ellos deben ser investigados.
PD2: El mismo que me exigió que borrara una nota en 2009 en la cual se señalaba que Tomás Yarrington tenía nexos con el narco es el mismo que censuró columnas con cualquier crítica a Javier Duarte. Cuando Yarrington se convirtió en prófugo de la jusrticia por acusaciones de narco en Estados Unidos, pretendó hacerse el que no lo conocía. A ver si ahora, luego de que Duarte le daba línea y le daba password a su gente para que publicara notas lambisconas a Duarte, también pretende hacerse el que no tienen nada que ver.
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